¿Por qué usar cosmética natural?
La cosmética natural forma parte de un cambio de mentalidad hacia un estilo de vida más sostenible y saludable. Son productos libre de tóxicos elaborados a base de activos naturales y materiales reciclables que respetan la piel y protegen el medio que nos rodea. Además, son muy tolerables con todo tipo de dermis, incluido las más sensibles, pieles con rosácea, reactivas…
Tipos de limpiadores faciales
Ahora que ya sabes qué tipo de piel tienes, es importante saber qué productos utilizar para limpìarla. ¡Las opciones son infinitas! Aquí te dejamos una lista con los más demandados:
- Aceites limpiadores. Son los más recomendados para aquellas pieles con tendencia más seca o envejecida. Además, podrás retirar el maquillaje más resistente o waterproof con facilidad.
- Agua micelar. Todo el mundo ha escuchado hablar de ella (y no nos extraña). Su fórmula está compuesta a base de activos micelares que facilitan la limpieza del rostro. Es un producto indicado para todo tipo de pieles, incluidas las más sensibles.
- Desmaquillante de ojos. Destinados a desmaquillar y limpiar esta parte tan sensible del rostro.
- Bálsamos limpiadores. Recomendado para las pieles grasas y mixtas, estos productos a base de aceites están destinados a eliminar el maquillaje y el exceso de grasa del rostro.
- Espuma limpiadora. Te encantarán por su textura en forma de mousse. Podrás aplicarlos en cualquier tipo de rostro para una sensación de limpieza y bienestar.
- Geles limpiadores. Son los favoritos de las pieles grasas y mixtas, ya que su fórmula a base de activos antisépticos, actúan con mayor intensidad, proporcionando un rostro limpio, sin sebo y con una sensación de confort inigualable.
- Leche limpiadora. Un producto recomendado para las pieles secas y sensibles durante el invierno. Este producto limpia la piel y elimina las impurezas, aunque no de una forma tan precisa como un gel. Sentirás tu piel sedosa y confortable.
- Toallitas desmaquillantes. Ideales para llevarlas en el bolso, o donde tú quieras. Es la alternativa más rápida y sencilla para eliminar los restos de maquillaje.
Pasos para una buena limpieza facial (en casa)
- Limpieza. Es el paso más importante e indispensable. Una buena limpieza evita la aparición de granitos, microquistes y otras imperfecciones en el rostro. Además, una piel limpia recibe mejor los activos, por lo que el efecto de tus productos para el cuidado de la piel será más inmediato.
- Exfoliantes. Retiran las células muertas, desobstruyen los poros y ayudan a que penetren mejor los activos. Aplícalo sobre la piel seca, con movimientos circulares y no te olvides de disfrutar. ¡Es tu momento de spa!
- Mascarillas faciales. ¡Hay todo un universo en el que perderse! Escoge la que mejor se adapte a tus necesidades y tipo de piel. Hidratantes, matificantes, antibrillos, antiarrugas… Libre albedrío.
- Tónicos. Es hora de cerrar los poros. Para eso, lo mejor es utilizar un tónico. Su principal función es refrescar, hidratar y restablecer el pH de la piel antes de la aplicación de la crema hidratante.
- Humectantes e hidratantes. Es el último paso. Toca darle a tu piel la ayudita extra que necesita. El orden correcto es aplicar primero el contorno sobre la cuenca del ojo, después el sérum y, finalmente, la crema hidratante. ¡Y voilà, lista!
¿Cual es la diferencia entre cosmética natural, orgánica y vegana?
Las prioridades a la hora de escoger cosméticos han cambiado radicalmente en los últimos años. Cada vez exigimos una mayor presencia de ingredientes naturales y procesos respetuosos y esto ha provocado que cada vez tengamos más opciones entre las que elegir. ¿Las conoces?
- Cosmética natural: Es aquella elaborada únicamente con ingredientes de origen natural. Sus fórmulas no tienen parabenos, siliconas, conservantes, colorantes artificiales ni óleos minerales.
- Cosmética orgánica o ecológica: Es aquella que posee el certificado Ecocert. Un distintivo europeo que garantiza que estos productos contienen un 95% o más de ingredientes naturales. Y el 5% restante procede de agricultura ecológica. Este sello también garantiza que sus envases son biodegradables.
- Cosmética vegana: Es aquella que no contiene ingredientes procedentes de animales ni generados por ellos (leche, miel, etc.). Eso sí, no implica que sus productos no hayan sido testados en animales. Para asegurarnos de que es un producto libre de crueldad debemos buscar siempre el distintivo cruelty free en el embalaje.
Beneficios de usar cosméticos naturales
La cosmética natural proporciona múltiples beneficios a nuestra piel y salud. Los más importantes son:
- La cosmética natural está comprometida con la protección del medioambiente.
- Sus ingredientes poseen una mayor tolerancia que evita las alergias y las reacciones cutáneas.
- Sus fórmulas poseen una mayor concentración de principios activos y no añaden los llamados “ingredientes de relleno”.
- Aportan nutrientes a la piel.
- Muestra resultados eficaces y duraderos.
- Es apta para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles.
- No contiene conservantes, aromas sintéticos ni perfumes artificiales.
- Sus aromas naturales poseen propiedades calmantes de aromaterapia.
- Estos productos poseen una mayor absorción y oxigenación.
- Es 100% libre de tóxicos.
Cómo saber qué tipo de piel tengo
Conocer nuestra piel es el paso más importante para saber cómo has de cuidarla, y si no sabes qué tipo de piel tienes, quizás estas características te suenan:
- Piel normal: Si notas que tienes pocos granos, poros pequeños y tu piel no suele irritarse ni enrojecerse, lo más probable es que tengas una piel normal. Este tipo de piel suele ser equilibrada, no es demasiado seca ni muy grasa, y no tiene manchas. Por otro lado, tu dermis es suave, resistente, y acepta la mayoría de los principios activos que se usan en los productos de cuidado para la piel.
- Piel mixta: Este tipo de piel es una combinación entre la piel seca y la piel grasa cuyas particularidades se manifiestan principalmente en el rostro. Se caracteriza por tener la conocida zona “T” (frente, nariz y barbilla) con tendencia grasa. Ahí, los poros están abiertos, con impurezas y rastros de acné por lo que presenta un aspecto brillante. Sin embargo, en la zona de las mejillas la piel es normal, incluso con tendencia a ser seca.
- Piel grasa: Es una piel que produce un exceso de lípidos. Este desarreglo puede tener su origen en las variaciones hormonales, o agresiones externas como el estrés o la contaminación. A diferencia de la piel seca, en este caso las glándulas sebáceas aportan bastantes más lípidos de los necesarios, y cuando el exceso de grasa se mezcla con la suciedad y las células muertas de la piel, comienzan a formarse granos. Las investigaciones indican que entre el 40 y 55% de los adultos tienen la piel grasa y sufren acné tardío.
- Piel seca: Es pobre en lípidos y con tendencia a la deshidratación. Es por eso que necesita cuidados específicos que la ayuden a mantener su función de barrera y a preservar la hidratación que tanto necesita. Las pieles secas se caracterizan por tener una sensación de tirantez, tono apagado, tacto áspero, irritable, con rojeces e incluso puede presentar descamación. Por tanto, hidratarla es la clave para que el paso de los años no la castigue.
- Piel sensible: Reacciona más que una piel normal, es decir, es hiperreactiva. Experimenta sensaciones de cosquilleo, calor (quemazón), hormigueo y picor (aunque esto es poco frecuente), la mayoría de las veces de manera intermitente.Estas sensaciones de incomodidad a veces también van acompañadas de enrojecimientos y se manifiestan de forma exagerada como reacción a estímulos de naturaleza diversa que, normalmente, no deberían causar irritación.
Los mejores productos de limpieza facial naturales
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