Tu cuerpo necesita vitamina C. ¿Que por qué? Porque la vitamina C o ácido ascórbico es un poderoso antioxidante capaz de prevenir daños en el ADN de nuestras células causados por las agresiones de los agentes como los radicales libres y la radiación solar. Además, dado que nuestro organismo no puede producirlo por sí mismo ni almacenarlo por un largo periodo, necesita que la incorporemos de forma regular.
Para qué sirve la vitamina C y sus beneficios
La vitamina C se necesita para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo, influyendo directamente en el colágeno, los cartílagos, hierro y tejido cicatricial.
A pesar de que cuenta con múltiples beneficios, aplicar vitamina C en tu rutina diaria tiene más ventajas de las que imaginas. Entre sus múltiples beneficios se encuentran:
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Hará que tu piel se vea más lisa y uniforme con su uso continuado.
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Combate el envejecimiento de forma eficaz.
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Mejora el aspecto de las líneas de expresión y arrugas.
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Su complejo antioxidante hará que tu piel recupere la luminosidad.
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Fomenta la producción natural de colágeno y elastina de la piel, haciendo que se vea más elástica y joven. Además, ayudan a una mejor cicatrización.
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Protege de los agentes externos que pudieran debilitar tu aspecto, del estrés oxidativo y de la presencia de los radicales libres.
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Ayuda a que otras vitaminas también funcionen mejor.
En definitiva, el uso de la vitamina c para la cara son todo ventajas, por lo que incorporarla en tu rutina facial de cuidado de la piel es totalmente necesario.
Cómo aplicar la vitamina C
Se puede usar los 365 días del año, incluso en verano, aunque es importante no olvidar nunca nuestro protector solar. Los expertos nos aconsejan aplicarla preferiblemente por la mañana después de lavar nuestro rostro y antes de aplicar cualquier otra crema. El motivo es que gracias a la vitamina C crearemos una barrera antioxidante que nos ayudará a combatir el estrés oxidativo y los radicales libres a los que nos enfrentamos durante el día. Además, puedes encontrarla en diferentes tipos de productos:
Sérums de vitamina C
Los sérums con vitamina C son una de las mejores opciones y más fáciles de encontrar, ya que combinan lo mejor del sérum y la vitamina C.Si tienes piel sensible, es recomendable comenzar con un sérum que tenga una concentración de vitamina C entre 5% y 10%. A partir del 20%, la vitamina C se vuelve ácida y actúa como un exfoliante. Para evitar que el sérum se oxide, fíjate en que su color no se oscurezca. Un buen ejemplo es el Serum Vitamina C de Babaria.
Cremas hidratantes con vitamina C
Las cremas hidratantes con vitamina C son aptas para todo tipo de pieles, siempre y cuando se tenga en consideración la cantidad. Existen infinidad de opciones para aplicarla en formato crema, como es el caso de la Crema de Noche Vitamina C de Olay.
Ampollas de vitamina C
Otra forma de encontrar la vitamina C es mediante ampollas, siendo un producto similar al sérum pero de una textura más ligera. Son aptas para todo tipo de pieles, pero principalmente las maduras. A nosotros nos encanta la Ampolla Iluminadora Vitamina C + AH de Beauty Drops, ya que combina vitamina C y ácido hialurónico.
Los mejores tratamientos con vitamina C de Primor
Ahora que ya sabes todo lo que este ingrediente puede hacer por ti gracias a sus beneficios, es hora de escoger los mejores tratamientos. Aquí te dejamos nuestro TOP 10 de productos con vitamina C para tu piel. ¿Cuál es tu favorito?
La Vitamina C aporta un sinfín de propiedades a nuestra piel. Nos ayuda a combatir los signos del envejecimiento, aporta luminosidad y fomenta la producción de colágeno. Es una gran aliada para proteger nuestro rostro de las agresiones de los agentes externos como los cambios de temperatura, el estrés y los radicales libres. Además, mejora el aspecto de las líneas de expresión y aporta un extra de vitalidad a nuestra piel.
¡Todas! Los beneficios de la vitamina C ayudan a todos los tipos de pieles, incluídas las más sensibles y secas. No hay estudios que señalan que la vitamina C sea perjudicial para ningún tipo de piel. Sin embargo, es importante aplicarla de forma adecuada si nuestra piel es muy sensible o reactiva. Es importante consultar siempre a nuestro dermatólogo y comenzar de forma gradual hasta que nuestra dermis se adapte a este componente en nuestra rutina.
A diferencia de otros ingredientes, la vitamina C se puede mezclar fácilmente con otros compuestos. Funciona muy bien cuando la combinamos con antioxidantes como la vitamina E, el ácido ferúlico y la vitamina B. Y si hay un trío infalible ese es la vitamina C junto a la niacinamida y el ácido hialurónico, además se puede usar cada día y en todo tipo de pieles. ¡El trío que tu rostro necesita!
Eso sí, es importante evitar su combinación con activos agresivos como el retinol o el AHA ya que estos pueden provocar irritaciones y afectar al estado de nuestra piel.
Muchos dudan de que sea un activo apto para las pieles más vulnerables, pero lo cierto es que, a día de hoy, no se ha demostrado que la vitamina C sea un ingrediente perjudicial para las pieles sensibles. Cuando una de estas pieles se irrita a causa del uso del ingrediente suele ser debido a la mezcla de activos, no por la vitamina C. Además, según los expertos de La Roche-Posay, «sí, la vitamina C puede ser utilizada por las pieles sensibles siempre y cuando utilices concentraciones del 10% y luego una crema para pieles sensibles con activos hidratantes y calmantes».
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