La piel produce grasa de forma natural para evitar la resequedad. Sin embargo, la producción excesiva, producida por la sobreproducción de las glándulas sebáceas de nuestra piel, es lo que se denomina piel grasa. Por tanto, una piel grasa es una piel que produce un exceso de lípidos. Este desarreglo puede tener su origen en las variaciones hormonales, o agresiones externas como el estrés o la contaminación. A diferencia de la piel seca, en este caso las glándulas sebáceas aportan bastantes más lípidos de los necesarios.
Cosmética oil free, el aliado perfecto de las pieles grasas
Un cosmético oil free literalmente significa «sin aceites»; por lo que son productos de cosmética que no contienen agentes grasos, por lo que suelen ser muy recomendables para pieles grasas y con tendencia al acné. Este tipo de productos ayudan a regular los brillos de la cara e hidratan y nutren sin obstruir los poros de la piel.
Sin embargo, no solo son aptos para pieles grasas, sino que son muy recomendables para cualquier tipo de piel. Su formulación no deshidrata, pero sí refresca y ayuda a regular los brillos del rostro. No obstante, recuerda que cada piel necesita unos cuidados determinados y unos activos. Así que, asegúrate de darle a tu piel lo que necesita.
Activos que una piel grasa necesita
Toda piel con exceso de brillos debe saber que necesita unos activos determinados para corregir imperfecciones y facilitar la aparición de granos o espinillas. Algunos de los que mejor funcionan a la hora de hablar de pieles grasas son:
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Ácido glicólico. La cosmética se beneficia de este activo para realizar exfoliaciones ligeras, tratar manchas, arrugas o acné. Además, limpia en profundidad, evitando la formación de granos o puntos negros.
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Ácido hialurónico. Para una hidratación profunda que rellena arrugas desde el interior, evita la deshidratación y aporta a la piel la humedad que necesita.
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Retinol. Ayuda en el proceso de renovación de la piel para un rostro mucho más joven y sin arrugas.
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Ácido salicílico. Es otro betahidroxiácido (BHA) que limpia la piel en profundidad, eliminando granos, puntos negros y otras imperfecciones.
Cinco pasos de experto para una rutina facial para pieles grasas
Las pieles grasas necesitan una limpieza completa. Sin embargo, también necesitan que las hidrates y las protejas. Los expertos recomiendan estos sencillos cinco pasos para una piel a prueba de balas, imperfecciones y brillos.
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Limpieza: Es el paso más importante e indispensable. Una buena limpieza evita la aparición de granitos, microquistes y otras imperfecciones en el rostro. Además, una piel limpia recibe mejor los activos, por lo que el efecto de tus productos para el cuidado de la piel será más inmediato.
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Exfoliación: De esto deberías tomar nota: los exfoliantes faciales son geniales para tu rostro. Retiran las células muertas, desobstruyen los poros y ayudan a que penetren mejor los activos. Aplícalo sobre la piel seca, con movimientos circulares y no te olvides de disfrutar. ¡Es tu momento de spa! Me lo ha dicho un experto: Si tu piel es grasa o mixta, lo mejor es usar un exfoliante facial dos veces a la semana. Y si la tienes normal, seca, o sensible, con una vez será suficiente.
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Mascarillas: ¡Hay todo un universo en el que perderse! Escoge la que mejor se adapte a tus necesidades y tipo de piel. Hidratantes, matificantes, antibrillos, antiarrugas… Libre albedrío.
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Tónicos: Es hora de cerrar los poros. Para eso, lo mejor es utilizar un tónico. Su principal función es refrescar, hidratar y restablecer el pH de la piel antes de la aplicación de la crema hidratante.
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Humectar: Es el último paso. Toca darle a tu piel la ayudita extra que necesita. El orden correcto es aplicar primero el contorno sobre la cuenca del ojo, después el sérum y, finalmente, la crema hidratante. ¡Y voilà, lista!
Los mejores productos y tratamientos para piel grasa
Ahora que ya sabes todo lo que necesitas saber sobre las carencias y necesidades de la piel grasa es hora de conseguir los mejores tratamientos. Estos son algunos de los favoritos:
La piel grasa o seborrea se caracteriza por presentar una sobreproducción de sebo por parte de las glándulas sebáceas. Nuestra dermis produce grasa de forma natural para crear una capa aceitosa que nos mantiene protegidos frente a las agresiones externas. Sin embargo, cuando esta producción es excesiva, nuestra dermis se asfixia dando lugar a la aparición de manchas, puntos negros y acné.
Este fenómeno suele comenzar en la pubertad incentivado por los cambios hormonales y puede prolongarse hasta la edad adulta. La seborrea también puede manifestarse en el cuero cabelludo haciendo que esté pegajoso y provocando la aparición de escamas en la superficie.
Para cuidar la piel grasa como es debido el truco está en la limpieza. El exceso de sebo tiende a atrapar la suciedad y las bacterias en los poros, por lo que una buena rutina de limpieza por la mañana y por la noche es básica para mantener nuestra dermis sana.
Eso sí, no te pases con la intensidad. Cuando tenemos la piel grasa sentimos la tentación de usar exfoliantes fuertes y geles para eliminar la mayor cantidad de grasa posible. Pero si pones mucha energía en eliminar la grasa rápido, tu cuerpo se esmerará aún más en producirla.
Los expertos nos recomiendan escoger siempre dermocosméticos suaves, no comedogénicos y adaptados a las necesidades de las dermis grasas. Y no te olvides del maquillaje, es fundamental escoger productos adecuados que no causen estragos en la salud de nuestra tez.
Las pieles grasas se caracterizan por presentar unos poros más dilatados, sensación grasa a lo largo del día y padecer la aparición de imperfecciones como puntos negros o granitos. Este tipo de dermis suele ser más difícil de cuidar pero también es la que más tarda en manifestar los signos del envejecimiento.
Sin duda alguna tratamientos dermocosméticos adaptados a las necesidades de las pieles grasas. Cuando se trata de cuidar nuestra piel, no hay nada como acudir a los expertos. Los productos dermofarmacológicos cuentan con fórmulas clínicamente probadas que nos garantizan la máxima seguridad y eficacia. Están elaborados con activos cuidadosamente seleccionados, no comedogénicos y suaves para evitar que nuestra dermis reaccione de una forma inadecuada.
Existen varios factores responsables de la dermis grasa. La causa más común son los cambios hormonales, pero los expertos señalan también la presencia de un factor genético como responsable de esta afección. Además, otros condicionantes como el estilo de vida y el estrés pueden tener una gran influencia en el equilibrio de la piel y la producción de sebo. Estas son algunas de las causas más comunes de la piel grasa:
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Hormonas. Los cambios hormonales pueden provocar una sobreproducción de sebo.
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Dieta. Una mala alimentación puede perjudicar el estado de nuestra piel.
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Clima. Los meses estivales y los climas más cálidos pueden estimular la producción de grasa de nuestras glándulas.
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Sobrelimpieza. Ni tanto ni tan poco. Cuanto más exfolias y eliminas de forma agresiva el sebo de tu piel más producirá tu cuerpo.
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Genética. Pregúntale a tus padres si ellos también tenían la piel grasa cuando eran jóvenes. La herencia genética es también un factor que condiciona las características de nuestra piel.
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Cosméticos. Los productos agresivos y el maquillaje con base grasa afectan al estado de nuestra piel y la producción de sebo.
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Medicación. Algunos medicamentos causan deshidratación, un factor de alarma que impulsa a nuestro cuerpo a producir más sebo.
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