Me han salido rojeces: ¿qué hago?
Lo primero, que no cunda el pánico. Si en tu rostro han aparecido rojeces, muy probablemente hayas sufrido una reacción alérgica. Sin embargo, como cada piel es un mundo, lo más recomendable es acudir a un experto que nos explique cuál es la mejor vía para transformar nuestra piel. Sin embargo, si no lo consideras grave, y prefieres ir viendo cómo tu dermis evoluciona, estos pasos podrían ayudarte:
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Reduce el riesgo de intolerancia con cosméticos hipoalergénicos y no comedogénicos.
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Protege, purifica e hidrata con productos de cuidado con mínimo de ingredientes, sin parabenos, sin alcohol.
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Evita la exposición prolongada al sol y usa un fotoprotector.
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Calma las irritaciones y las rojeces, restablece el confort cutáneo y refuerza la función barrera de la piel
Ceramidas y centella asiática, dos ingredientes que calman las rojeces
Hay ingredientes que se convierten en el mejor aliado para calmar la piel, aliviar picores y reducir rojeces, irritaciones y brotes. Es el caso de las ceramidas y la centella asiática (también conocida como cica).
- Los ceramidas son ingredientes mundialmente conocidos por su poder regenerador que alivia y calma molestias. También hidrata en profundidad y es ideal para mantener la barrera de la piel fuerte y preparada ante cualquier agente externo que pudiera debilitar su apariencia.
- La centella asiática o cica es el activo favorito de la cosmética coreana por su capacidad para aliviar molestias, reparar, hidratar y calmar la piel más reactiva. Además, es antiinflamatoria.
Los mejores productos para calmar las pieles con rojeces
Los tratamientos antirojeces son el mejor aliado para calmar las pieles más reactivas que sufren inflamación, alteraciones, picores, molestias o rojeces. Están elaborados a base de activos calmantes y emolientes que alivian estos síntomas y los ayudan a recuperar el tono uniforme, tales como:
- Rosaliac UV de La Roche Posay
- Roséliane Mascarilla Anti Rojeces de Uriage
- Leti SR Crema Anti-rojeces
- Concentrado Antirojeces de Avène
- Exomega bálsamo hidratante Allegra concentrado de A-Derma
- Kelual Emulsión de Ducray
- Kerium Ds Crema Calmante de La Roche Posay
- Clarins Calm Essentiel Gel Anti Rojeces
El enrojecimiento en la piel se produce debido a una inflamación de los vasos sanguíneos. Esas rojeces se deben a una anomalía vascular que hace que fluya mucha más sangre por nuestro rostro. Suele comenzar como algo temporal y puede estar acompañado de quemazón o sensación de ardor. Si persiste en el tiempo puede llegar a convertirse en una afección crónica.
No es lo mismo presentar rojeces a causa de tener la piel sensible que padecer rosácea. Las dermis claras y delicadas pueden reaccionar a cambios climatológicos o sequedad manifestando rojeces en algunas zonas del cutis. Este tipo de rubor es común y suele manifestar irritaciones, picazón e incluso hinchazón en casos extremos. Si cuidamos adecuadamente nuestra piel, este enrojecimiento debería remitir en cuestión de días.
La rosácea, en cambio, es una afección cutánea crónica que se caracteriza por el enrojecimiento y la presencia de vasos sanguíneos visibles en el rostro. Su tratamiento ha de ser contínuo y se mantiene en todas las épocas del año.
La rosácea es una de las afecciones más comunes de la dermis, especialmente para quienes tienen una tez clara y sensible. Esta alteración puede aparecer en cualquier tipo de piel y se mantiene de forma crónica. A día de hoy todavía se continúan estudiando las causas que la generan. No obstante, existen una serie de factores como la predisposición genética, factores inmunológicos, agentes microbianos y estrés, entre otras causas, que pueden provocarla.
Es más frecuente en mujeres que en hombres y se caracteriza por la presencia de rubor y vasos sanguíneos dilatados en el rostro. Estas rojeces suelen concentrarse en la zona de las mejillas, frente, barbilla y naríz. En España esta afección supone un 1% de los casos dermatológicos y suele manifestarse entre los 30 y los 50 años.
Se trata del Demodex folliculorum, un ácaro diminuto que vive de forma habitual en el interior de nuestros folículos pilosos alimentándose de la grasa que segregan nuestras glándulas. Si la población de este ácaro aumenta considerablemente, puede provocar alteraciones cutáneas como la rosácea o brotes de acné. Para evitarlo, es fundamental mantener una correcta higiene y rutina de cuidado facial y acudir a nuestro dermatólogo en caso de percatarnos de la presencia de rojeces en el rostro.
Las pieles claras y sensibles suelen reaccionar a la sequedad o los cambios climatológicos presentando rojeces en el rostro. Esta reacción es normal y no supone ninguna alarma en caso de remitir cuidando nuestro rostro. Para evitar su aparición, es fundamental cuidar nuestra dermis a diario de forma adecuada. Los expertos nos recomiendan el uso de cosméticos suaves sin alcohol ni ingredientes irritantes, hidratar bien el cutis tanto por la mañana como por la noche y usar protectores solares cada día.
La rosácea es una afección crónica cuyos síntomas pueden controlarse empleando los productos adecuados. En la actualidad contamos con un gran número de marcas dermocosméticas que han desarrollado fórmulas específicas para tratar esta alteración cutánea de forma segura y eficaz. El primer paso es consultar siempre a nuestro dermatólogo para encontrar el tratamiento que mejor se adapte a nuestro caso. Además, los expertos nos recomiendan usar protectores solares a diario y optar siempre por maquillaje adecuado para pieles sensibles y con rojeces.
En esta misma página encontrarás una amplia variedad de productos de parafarmacia especialmente seleccionados para tratar las rojeces tanto en dermis afectadas por la rosácea como para el enrojecimiento intermitente.
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