Su popularidad no tiene límites, ya que su poder antiedad ha cautivado a toda una nación por fomentar rápidamente la renovación cutánea y conseguir (en tiempo récord) una apariencia joven y jugosa.
Qué es y para qué sirve el retinol
El retinol es uno de los activos antiedad más famosos gracias a su gran eficacia. Este derivado de la vitamina A es capaz de mejorar el aspecto de las arrugas, minimizar los signos de expresión, afinar los poros e incluso difuminar las manchas. Un conjunto de propiedades que lo convierten en uno de los activos favoritos de quienes aman cuidar su piel. No obstante, es importante recordar que puede ser irritante,por lo que hay que evitar usarlo sin el consejo de un experto.
Beneficios del retinol
La vitamina A es un activo imprescindible que todos deberíamos incluir en nuestra rutina de belleza. Y el uso del retinol tiene muchos beneficios para tu rostro, como son:
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Una mayor síntesis de la producción de colágeno, combatiendo la flacidez y favoreciendo la renovación celular.
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Mejora la textura de la piel para un aspecto más brillante y rejuvenecido.
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Favorece la cicatrización de heridas en la piel.
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Incrementa la hidratación de la piel.
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Contrarresta los efectos del envejecimiento por exposición solar (y de forma muy eficaz), mejorando el aspecto de arrugas finas y profundas.
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Cierra el poro y regula la producción de grasa o brotes de acné.
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Tiene efecto antioxidante porque previene la disminución de la enzima SOD durante el estrés oxidativo
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Aumenta la eficacia de otros tratamientos tópicos o ingredientes activos
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Previene la hiperqueratinización o engrosamiento de la dermis.
Guía definitiva para usar (bien) el retinol
Ante todo, con mucha calma. Los expertos recomiendan que no lo uses sin asesoramiento, y si tras su aplicación, notas la piel incómoda, espacia su uso más en el tiempo hasta que tu piel se habitúe. No obstante, si estás empezando ten en cuenta varias consideraciones:
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Úsalo una vez por semana y luego cada dos días.
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Hazlo siempre por la noche, ya que su uso diurno sensibiliza la piel y puede producir descamaciones.
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A la mañana siguiente, lava bien tu rostro con un buen limpiador.
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Nunca dejes de aplicarte un protector solar potente durante el día. Así evitarás la aparición de manchas y los efectos odiosos del envejecimiento prematuro.
La alternativa del retinol para las pieles sensibles
Si tienes la piel sensible sabrás que usar retinol no es lo más recomendable. No obstante, hay una alternativa para las pieles sensibles de origen vegetal, y se llama bakuchiol. Es el que más se asemeja al Retin-A. Regenera las células, estimula la producción natural de colágeno, corrige la despigmentación y fomenta la elastina. Es un extracto botánico que proviene de las semillas de la planta Babchi (‘psoralea corylifolia’). Además, es antioxidante y antiinflamatorio, por lo que es ideal para las pieles sensibles.
Los mejores tratamientos con retinol de Primor
Ahora que ya sabes todo lo que deberías saber sobre el activo de moda es hora de hacerse con los mejores productos, y estos son el TOP 10 que mejor funcionan:
El retinol es un ingrediente recomendado para tratar todo tipo de pieles salvo las más sensibles. Especialmente las que padezcan rosácea o eczema ya que podrían manifestar intolerancia a este ingrediente. ¿El motivo? El retinol puede causar irritación en la dermis provocando molestias y afectando al estado de las pieles más sensibles.
Si usas retinol cada día tu piel puede acabar viéndose seriamente afectada. Este ingrediente puede causar irritaciones si se usa con demasiada frecuencia o si la formulación que escogemos es demasiado fuerte para nuestro tipo de piel. Es importante comenzar siempre con fórmulas de bajo porcentaje (de 0,01% a 0,03%) y aplicar una pequeña dosis dos veces por semana y siempre de noche.
La frecuencia de uso puede aumentar progresivamente a medida que nuestra piel se acostumbre al tratamiento pero siempre manteniendo dos días de descanso entre cada aplicación.
Los expertos nos recomiendan aplicar siempre el retinol por la noche y sin olvidarnos del protector solar a la mañana siguiente. La cantidad debe ser siempre pequeña, más o menos el tamaño de un guisante. Y hay que aplicarlo tanto por el rostro como por el cuello. Aplíca una buena cantidad de tu crema hidratante 20 minutos después de usar el retinol.
Si expones tu piel a la radiación solar después de usar retinoides puedes correr el riesgo de que tu rostro se llene de manchas. El retinol hace que nuestra piel sea especialmente vulnerable a la luz solar, por lo que las células pierden una buena parte de su capacidad protectora. Esto provoca daños en la dermis que se manifiestan en forma de manchas solares.
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