Mancera Eau de Parfum Roses Vanille EDP

¡Donde late el pulso! Ahí es donde tienes que aplicar tu perfume: en las muñecas, la clavícula, detrás de las orejas, el cuello o en la parte posterior del codo debido a que la presión sanguínea en estas zonas corre más cerca de la epidermis, lo que supone una liberación constante de la esencia del perfume. El cuello es una zona de pulso por lo que el calor generado en esta zona va a permitir que el perfume perdure más. Las muñecas: deja que el perfume sea absorbido por la piel, no las frotes después de aplicarlo. Y tras la ducha es el momento ideal para perfumarte, ya que la piel absorbe mejor el perfume y hará que su olor perdure. Olvida aquello de que “a más perfume, mejor olor”. Si quieres prolongar los efectos aplica poca cantidad, en las zonas estratégicas y cuando no aprecies su aroma, poténcialo con otra dosis. Pulverizarlo a cierta distancia de la piel también es ¡muy importante! La distancia recomendada es de 10 cm de la parte del cuerpo donde quieras aplicarlo.