¿Has oído hablar de ella? La xerosis, también conocida como piel seca, es una condición común que afecta a personas de todas las edades. Se caracteriza por una falta de humedad en la capa más externa de la piel, lo que provoca sequedad, descamación y a veces picazón. Te contamos en detalle todo lo que deberías saber acerca de esta patología y cómo puedes ponerle remedio
Xerosis: qué es y síntomas
Como te decíamos, la xerosis es una condición en la que la piel se vuelve seca, áspera y escamosa. Este problema puede afectar cualquier parte del cuerpo, pero es más común en las piernas, brazos y manos. La sequedad puede ser leve y temporal, o severa y crónica, dependiendo de la causa subyacente y del cuidado de la piel.
Síntomas
- Sequedad. La piel se siente tirante, especialmente después del baño, la ducha o la natación.
- Aspereza. La piel se vuelve áspera al tacto y puede sentirse rugosa.
- Descamación. La piel suele desprenderse en pequeñas escamas.
- Picazón. La sequedad causa picazón, que a veces puede ser intensa.
- Enrojecimiento. En casos severos, la piel podría volverse roja e irritada.
- Grietas. La piel extremadamente seca tiende a agrietarse, lo que puede ser doloroso y aumentar el riesgo de infecciones.
- Líneas finas. La falta de humedad puede hacer que la piel se vea más arrugada o con líneas finas.
Por qué sucede
No está del todo claro, ya que la xerosis puede ser causada por varios factores, tanto internos como externos. Algunos de los más comunes son:
- El clima y los cambios de estación. El clima frío y seco del invierno o el calor del verano pueden deshidratar la piel.
- El agua caliente elimina los aceites naturales de la piel, causando sequedad.
- Productos de higiene, como jabones y detergentes agresivos que despojan a la piel de su humedad natural.
- La edad. La producción de aceites naturales disminuye con la edad, lo que podría llevar a la sequedad.
- Enfermedades cutáneas. Condiciones como dermatitis atópica, psoriasis y eczema causan o exacerban la xerosis.
- Factores ambientales, como la exposición prolongada al sol, el viento o ambientes interiores con calefacción o aire acondicionado.
- Factores internos, como diabetes, hipotiroidismo y deficiencias nutricionales.
Tratamientos para la xerosis que funcionen
Si sospechas que tienes xerosis, lo mejor es acudir a un médico que le ponga remedio (y solución) a tu caso concreto. No obstante, el tratamiento de la xerosis generalmente implica una combinación de cambios en el estilo de vida, el uso de productos específicos para el cuidado de la piel y, en algunos casos, tratamientos médicos.
- Hidrata tu piel. Viene bien aplicar cremas y lociones hidratantes después del baño, ya que ayudan a retener la humedad. Busca productos con ingredientes como glicerina, ácido hialurónico, lanolina y urea. Además, aceites como el de coco, jojoba y almendra también suelen ser muy efectivos para mantener la piel hidratada.
- Duchas frías y jabones suaves. Grandes aliados, hazme caso.
- Evita productos que contengan alcohol, fragancias y otros ingredientes irritantes.
- En casos de xerosis severa, un dermatólogo puede prescribir cremas con esteroides o inhibidores de calcineurina para reducir la inflamación y la picazón. Además de suplementos, como el omega-3 y vitaminas A, C y E pueden ayudar a mejorar la salud de la piel.
- Somos lo que comemos. Beber suficiente agua y mantener una dieta balanceada rica en frutas, verduras y ácidos grasos esenciales puede mejorar la hidratación de la piel.