La vitamina D es esencial para la salud general del cuerpo, y su importancia se intensifica durante el invierno debido a la reducción en la exposición al sol, que es la principal fuente natural de esta vitamina. En esta estación, muchos caemos resfriados por no tener la suficiente. Así que, en este artículo de Primor te contamos por qué es tan importante tomar vitamina D en invierno y cómo afecta a nuestra salud.
Por qué tomar vitamina D en invierno
Porque fortalece el sistema inmunológico
La vitamina D juega un papel clave en la regulación del sistema inmunológico, ya que ayuda al cuerpo a defenderse de infecciones, como los resfriados y la gripe, que son más comunes durante el invierno. Mantener niveles adecuados de vitamina D reduce la susceptibilidad a estas infecciones respiratorias.
Mejora la salud ósea
Uno de los principales roles de la vitamina D es la absorción de calcio en los huesos. Durante el invierno, cuando hay menos exposición solar, los niveles de vitamina D suelen disminuir, lo que afecta negativamente la salud ósea. Una deficiencia prolongada puede llevar a problemas como osteoporosis en adultos y raquitismo en niños.
Mejora el estado de ánimo
El invierno, particularmente en regiones con menos horas de luz solar, está asociado con el trastorno afectivo estacional (TAE), una forma de depresión que ocurre en los meses más oscuros. La vitamina D influye en la producción de serotonina, una hormona que regula el estado de ánimo. Varios estudios afirman que los niveles bajos de vitamina D están asociados con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y trastornos del estado de ánimo.
Aumenta la energía
La falta de vitamina D fatiga y da sensación de cansancio. Las personas con deficiencia a menudo reportan sentir una falta de energía inexplicable, lo cual puede ser más pronunciado en los meses de invierno. Asegurar una ingesta adecuada de vitamina D ayuda a mantener niveles óptimos de energía y vitalidad.
Mejora la salud cardiovascular
La vitamina D también tiene un papel importante en la salud del corazón y la presión arterial. Algunos estudios sugieren que las personas con niveles bajos de vitamina D tienen un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, como hipertensión o insuficiencia cardíaca.
Regula el sueño
El déficit de vitamina D también se ha vinculado a problemas de sueño, como insomnio o mala calidad del sueño. Dado que el invierno es una temporada en la que muchas personas experimentan alteraciones en sus patrones de sueño debido a la falta de luz solar, mantener niveles adecuados de vitamina D puede contribuir a mejorar la calidad del descanso.
Da soporte a la salud muscular
Además de su papel en la salud ósea, la vitamina D también es fundamental para la función muscular. Ayuda a prevenir la debilidad muscular y a mejorar el rendimiento físico. En invierno, cuando la actividad física al aire libre suele disminuir, mantener niveles adecuados de vitamina D es clave para evitar la debilidad y preservar la masa muscular.
Cómo asegurarse de obtener suficiente vitamina D en invierno
- Suplementos de vitamina D. Si vives en un lugar donde la luz solar es limitada en invierno, un suplemento de vitamina D puede ser la mejor opción para evitar la deficiencia. La dosis recomendada puede variar, pero generalmente se sugiere entre 600 y 800 UI al día para adultos, o más si los niveles están muy bajos.
- Dieta rica en vitamina D. Consumir alimentos ricos en vitamina D o fortificados es importante, especialmente en invierno. Estos incluyen pescado graso (salmón, atún, sardinas), hígado, yema de huevo, y alimentos fortificados como leche, cereales y jugo de naranja.
- Toma el sol siempre que sea posible. Nunca pensaste que diría esto, eh… Pero sí. Aprovecha al máximo los días soleados durante el invierno. Incluso una breve exposición al sol en la cara y las manos puede ayudar a la producción de vitamina D. Aunque sea menos eficaz que en verano, la exposición solar directa sigue siendo beneficiosa. Eso sí, ¡SIEMPRE CON PROTECCIÓN SOLAR!