¿Has oído hablar de la ventosaterapia? Conocida también como la terapia de ventosas, es una alternativa medicinal que se ha puesto de moda a la que cada vez más las personas recurren a ella, no solo para la recuperación muscular, sino también para tratar otras afecciones como la celulitis, la lumbalgia, la indigestión, la fiebre o la anemia, entre otras. En este artículo de Primor te contamos más detalladamente cómo puedes sacarle todo el partido.
Ventosaterapia: qué es y para qué sirve
La "ventosaterapia" es una técnica de medicina alternativa que se practica en diversas culturas desde hace siglos, especialmente en la medicina tradicional china. Consiste en aplicar ventosas sobre la piel, creando un vacío parcial que succiona la piel hacia adentro. Este proceso se dice que estimula el flujo sanguíneo, ayuda a liberar toxinas y promueve la curación de varios trastornos físicos y emocionales.
Las ventosas pueden estar hechas de diversos materiales, como vidrio, plástico o bambú. Antes de colocarlas sobre la piel, se aplica calor dentro de la ventosa para crear el vacío que succionará la piel.
Entre sus funciones principales, está la de mejorar el estado de una amplia gama de afecciones, como dolores musculares y articulares, problemas respiratorios, problemas digestivos, estrés y ansiedad, entre otros. Sin embargo, la evidencia científica que respalda su eficacia es limitada y controvertida, y muchos profesionales médicos la consideran como una pseudociencia.
Además, es importante tener en cuenta que la ventosaterapia conlleva riesgos potenciales, como la formación de hematomas, irritación de la piel y, en casos raros, quemaduras. Por lo tanto, si estás considerando probar la ventosaterapia, es recomendable buscar un practicante calificado y hablar con tu médico para evaluar los riesgos y beneficios en tu situación específica.
Beneficios de ventosaterapia
- Alivio del dolor. Muchas personas recurren a la ventosaterapia para aliviar el dolor muscular y articular, así como para reducir la sensación de rigidez en ciertas áreas del cuerpo. Se cree que el aumento del flujo sanguíneo y la liberación de tensiones musculares pueden ayudar a reducir la percepción del dolor.
- Mejora la circulación sanguínea. Se cree que las ventosas ayudan a aumentar el flujo sanguíneo en el área tratada, lo que puede facilitar la entrega de oxígeno y nutrientes a los tejidos, así como la eliminación de toxinas y productos de desecho.
- Relajación muscular. La ventosaterapia puede ayudar a relajar los músculos tensos y a reducir la sensación de rigidez, lo que puede ser beneficioso para personas que sufren de estrés, ansiedad o trastornos musculares crónicos.
- Mejora del sistema inmunológico. Algunos defensores de la ventosaterapia sostienen que puede estimular el sistema inmunológico y aumentar la capacidad del cuerpo para combatir enfermedades y lesiones.
- Reducción de la inflamación. Se cree que la ventosaterapia puede ayudar a reducir la inflamación al mejorar el flujo sanguíneo y promover la liberación de ciertas sustancias antiinflamatorias en el cuerpo.
- Promoción del bienestar general. Muchas personas encuentran que la ventosaterapia les ayuda a sentirse más relajadas, revitalizadas y en equilibrio después del tratamiento, lo que puede contribuir al bienestar general y la salud mental.
¿Puede tener efectos secundarios la ventosaterapia?
Aunque la ventosaterapia se considera un método seguro cuando se realiza por un profesional capacitado, también puede conllevar algunos efectos secundarios y riesgos. Es importante ser consciente de estos efectos secundarios antes de someterse a este tratamiento. Entre sus efectos secundarios se encuentra:
- Hematomas. La aplicación de las ventosas puede causar hematomas en la piel, especialmente si se aplica demasiada presión o si se deja la ventosa en su lugar durante demasiado tiempo.
- Irritación de la piel. Algunas personas pueden experimentar irritación de la piel en el área donde se aplicaron las ventosas. Esto puede manifestarse como enrojecimiento, picazón o sensibilidad en la piel.
- Quemaduras. En casos raros, el uso de ventosas calientes puede resultar en quemaduras en la piel si no se manejan correctamente o si se deja la ventosa en su lugar durante demasiado tiempo.
- Mareos o desmayos. Algunas personas pueden experimentar mareos o sensación de desmayo durante o después de la ventosaterapia. Esto puede deberse a la liberación de toxinas, cambios en la presión sanguínea o efectos relacionados con el estrés.
- Infección. Si las ventosas no se esterilizan adecuadamente entre cada uso o si se rompe la piel durante el tratamiento, existe un riesgo de infección en el sitio de aplicación.