Cuando pensamos en los beneficios del ejercicio, lo primero que nos viene a la mente es un cuerpo más tonificado, más energía o una mejor salud cardiovascular. Pero hay una parte de tu cuerpo que también se beneficia (y mucho) cuando te mueves: tu estómago. Sí, lo has leído bien. Hacer ejercicio tiene beneficios para la salud del estómago y en este artículo de Primor te contamos por qué.
La actividad física no solo es clave para mantener un peso saludable, sino que también tiene un impacto directo en la digestión, el metabolismo e incluso en el equilibrio de la microbiota intestinal. Así que, si alguna vez has sentido hinchazón, digestiones pesadas o problemas intestinales, quizás la solución no esté solo en lo que comes, sino también en lo que te mueves.
Hacer ejercicio tiene beneficios para la salud del estómago
1. Ayuda a mejorar la digestión
Moverse es la mejor manera de hacer que todo fluya, y eso incluye tu sistema digestivo. El ejercicio estimula el tránsito intestinal, favoreciendo que los alimentos se procesen mejor y evitando problemas como el estreñimiento.
- El yoga y los estiramientos pueden aliviar la hinchazón y los gases.
- Los ejercicios cardiovasculares (como caminar o correr) ayudan a que el intestino se mantenga activo y regular.
2. Reduce la hinchazón y mejora la microbiota intestinal
Si sufres de hinchazón frecuente, el ejercicio puede ser un gran aliado. Cuando te mueves, favoreces la circulación sanguínea y el drenaje linfático, lo que ayuda a eliminar la retención de líquidos y la acumulación de gases.
Además, estudios recientes han demostrado que el ejercicio tiene un impacto positivo en la microbiota intestinal, ese conjunto de bacterias buenas que regulan nuestra salud digestiva y que están directamente relacionadas con el sistema inmunológico y el metabolismo.
- Las personas activas tienen una microbiota más diversa y equilibrada, lo que favorece una mejor digestión.
- El estrés afecta al intestino, y el ejercicio ayuda a reducirlo, evitando trastornos como el colon irritable.
3. Regula el metabolismo y previene problemas digestivos
El ejercicio no solo quema calorías, sino que también activa el metabolismo y mejora la sensibilidad a la insulina, lo que puede prevenir problemas digestivos asociados a la mala regulación del azúcar en sangre.
- Un metabolismo más activo significa que tu cuerpo procesa los alimentos de manera más eficiente.
- El ejercicio reduce la inflamación del sistema digestivo, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades como la gastritis o el reflujo.
4. Reduce el estrés (y, por tanto, los problemas estomacales)
No es casualidad que cuando estamos nerviosos sintamos mariposas en el estómago o, por el contrario, un nudo en el abdomen. El estrés y la ansiedad afectan directamente al aparato digestivo, provocando problemas como gastritis, reflujo o incluso colitis nerviosa.
Aquí es donde el ejercicio se convierte en un salvavidas: libera endorfinas, reduce el cortisol y mejora el estado de ánimo, ayudando a que el estómago funcione de manera más equilibrada.
- El pilates y el yoga son ideales para relajar el sistema digestivo y reducir el estrés.
- El ejercicio aeróbico ayuda a liberar tensiones y mejora el estado de ánimo.