Hablemos de colágeno, esa palabra mágica que suena en todas partes cuando hablamos de piel, cabello, uñas y hasta articulaciones. Es el rey absoluto del cuidado personal, pero a medida que pasan los años, su presencia en nuestro cuerpo empieza a disminuir. ¿El resultado? Piel menos firme, líneas de expresión más marcadas y esa sensación de que "algo" ha cambiado. ¿Por qué hay una pérdida de colágeno y qué podemos hacer para frenarlo? Te lo contamos todo en este artículo de Primor, con soluciones reales y prácticas.
¿Qué es el colágeno y por qué es tan importante?
El colágeno es una proteína que se encuentra de manera natural en nuestro cuerpo. Es como un andamio invisible que da soporte y elasticidad a la piel, fortalece el cabello y las uñas, y mantiene nuestras articulaciones lubricadas. En pocas palabras, es el pegamento que lo mantiene todo unido.
Sin embargo, a partir de los 25 años (sí, has leído bien), comenzamos a perder aproximadamente un 1% de colágeno al año. Este proceso se acelera con factores como la exposición al sol, la contaminación, el estrés, la mala alimentación, y, por supuesto, el envejecimiento.
¿Cómo saber si estás perdiendo colágeno?
- Tu piel empieza a perder elasticidad y se siente más fina.
- Aparecen líneas de expresión más marcadas y, con el tiempo, arrugas.
- Notas que tu cabello se vuelve más fino o pierde brillo.
- Tus uñas están más débiles o quebradizas.
- Incluso podrías sentir mayor rigidez en tus articulaciones.
Ahora bien, no todo está perdido. Aunque no podemos detener el tiempo, sí podemos adoptar hábitos que ayuden a ralentizar la pérdida de colágeno y a mantener nuestra piel radiante por más tiempo.
La rutina definitiva para combatir la pérdida de colágeno
- Usa protector solar siempre. No hay negociación aquí: el protector solar es tu mejor aliado. Los rayos UV destruyen las fibras de colágeno, así que aplica un protector de amplio espectro todos los días, incluso si está nublado.
- Incorpora antioxidantes en tu rutina de skincare, como la vitamina C que ayuda a estimular la producción de colágeno y a combatir los radicales libres, que son uno de sus peores enemigos. Busca un buen sérum de vitamina C y úsalo por las mañanas antes del protector solar.
- Hidrata, hidrata e hidrata. Una piel bien hidratada siempre se verá más tersa y saludable. Opta por cremas con ingredientes como ácido hialurónico, que ayuda a retener la humedad y da ese efecto de “piel rellena”.
- Suplementos de colágeno hidrolizado. Aunque nuestra dieta puede ayudar, muchas personas optan por suplementos de colágeno hidrolizado para darle un extra al cuerpo. Puedes añadirlos a tu café, batidos o simplemente tomarlos con agua.
- Alimentos ricos en colágeno y nutrientes esenciales. Incluye en tu dieta alimentos ricos en vitamina C (como naranjas, kiwi y fresas), zinc (presente en frutos secos y legumbres) y aminoácidos esenciales (pescado, huevo, pollo).
- Evita los malos hábitos. El tabaco, el exceso de alcohol y una dieta alta en azúcares son enemigos declarados del colágeno. El azúcar, en particular, acelera un proceso llamado glicación, que daña las fibras de colágeno y elastina.
- Tratamientos dermatológicos, como el láser, los ultrasonidos o las microagujas. Estos procedimientos estimulan la producción de colágeno desde las capas más profundas de la piel.