Se habla mucho de él, por eso, insistimos: ten cuidado. El alisado permanente, también conocido como alisado químico, puede ofrecer resultados duraderos y una apariencia suave y recta del cabello. Sin embargo, también conlleva varios riesgos y efectos secundarios que debes considerar antes de someterte a este tratamiento. En este artículo de Primor te lo contamos todo:
Riesgos del alisado permanente
- Daña la estructura del cabello. Los productos químicos utilizados en el alisado permanente rompen los enlaces de proteínas en el cabello, debilitándolo y haciéndolo más propenso a la rotura y las puntas abiertas. Además, el cabello se vuelve seco y áspero al tacto debido a la pérdida de humedad y nutrientes esenciales.
- Irritación del cuero cabelludo. Los productos químicos fuertes causan irritación, quemaduras y alergias en el cuero cabelludo, resultando en picazón, enrojecimiento o incluso descamación. Hay hasta quien incluso pueden experimentar reacciones alérgicas a los ingredientes químicos utilizados en el tratamiento.
- Pérdida de cabello. El uso repetido de productos químicos agresivos debilita los folículos pilosos, provocando la caída del cabello. Además, el cabello tratado químicamente es más susceptible a romperse debido a la fragilidad inducida por el alisado.
- Impacto en la salud en general. Algunos productos de alisado contienen formaldehído o sus liberadores, que son conocidos por ser cancerígenos y podrían causar problemas respiratorios, irritación ocular y de la piel. Por otro lado, los vapores emitidos durante el proceso de alisado también podrían ser peligrosos para la salud, causando dolores de cabeza, mareos y problemas respiratorios.
- Resultados inconsistentes. No todos los tipos de cabello responden bien al alisado permanente. Algunos pueden experimentar resultados desiguales o no lograr el nivel deseado de alisado. Por otro lado, ten en cuenta también que, en algunos casos, el daño causado por el alisado químico puede ser tan severo que solo se puede reparar cortando el cabello.
Qué cuidados y precauciones tomar
- Elección de un profesional calificado. Esto es fundamental. Asegúrate de acudir a un estilista con experiencia y que utilice productos de calidad aprobados por organismos reguladores.
- Prueba de sensibilidad. Realiza una prueba de parche antes del tratamiento para verificar cualquier reacción alérgica a los productos químicos. Sobre todo, si eres de cuero cabelludo sensible.
- Cuidado posterior al tratamiento. Utiliza champús y acondicionadores hidratantes diseñados para cabello tratado químicamente. También puedes incorporar tratamientos de proteínas en tu rutina para fortalecer el cabello, y minimizar el uso de herramientas de calor como secadores y planchas para reducir el riesgo de daño adicional.
- Limita la frecuencia, espaciando los tratamientos. Evita someterte a tratamientos de alisado con demasiada frecuencia. Deja tiempo suficiente para que el cabello se recupere entre sesiones.