Cinco alternativas al retinol para pieles sensibles

Si hay un activo antiedad que nos encanta, ese es el retinol. Prácticamente funciona como una varita mágica. Fomenta la producción de colágeno combatiendo la flacidez, revierte el envejecimiento, hidrata la piel, cierra los poros, regula el exceso de grasa… En definitiva, un ingrediente milagroso, aunque no es para todo el mundo. ¿Pero se puede usar el retinol en pieles sensibles?

¿Qué es el retinol?

El retinol es la vitamina A, un precursor del ácido retinoico. Esta molécula, a través de ciertos mecanismos complejos que ocurren en el núcleo de las células, puede modificar el funcionamiento y el crecimiento de las células de la piel. Por ejemplo, los retinoides reducen la formación de las MMP, unas enzimas de la dermis que al activarse dañan el colágeno de la dermis. Además, también reduce la pigmentación en la piel (debido, en parte, a su potencial antioxidante) y regenera el colágeno.

No obstante, no es un activo para todo el mundo, ya que puede irritar la piel, sobre todo si se trata de una piel sensible. Por tanto, los cosméticos, en vez de ácido retinoico, utilizan retinol, que se convierte en retinoico cuando se funde con la piel y, según los expertos, es igual de eficaz.

¿Puede usar retinol una piel sensible?

Sí y no. Una piel sensible es una piel un poquitín más complicada. Es más frágil y se tiende a irritar con facilidad. Son pieles que experimentan sensaciones de cosquilleo, calor (quemazón), hormigueo y picor (aunque esto es menos frecuente). Así pues, estas sensaciones de incomodidad a veces también van acompañadas de enrojecimientos y se manifiestan de forma exagerada como reacción a estímulos de naturaleza diversa que, normalmente, no deberían causar irritación. Dichos factores o estímulos pueden ser físicos: radiación UV, variaciones de temperatura, viento o el propio hecho de frotarse la piel; psicológicos: por ejemplo, el estrés, o químicos: productos cosméticos, jabones…

Por tanto, requiere cuidados especiales y el retinol es muy probable que irrite la piel. No obstante, es cuestión de probar. Con mucha calma, concentraciones bajas, siempre de noche (esto es muy importante) y alternando los días.

Cómo cuidar una piel sensible

Cada piel es un mundo, por eso es recomendable acudir a un experto que nos explique cuál es la mejor vía para transformar nuestra piel. No obstante, hay pequeños hábitos que podemos introducir en nuestra rutina beauty para mejorar el aspecto de nuestro cutis:

• Reduce el riesgo de intolerancia con cosméticos hipoalergénicos y no comedogénicos.
• Protege, purifica e hidrata con productos de cuidado con mínimo de ingredientes, sin parabenos, sin alcohol.
• Evita la exposición prolongada al sol y usa un fotoprotector.
• Calma las irritaciones y las rojeces, restablece el confort cutáneo y refuerza la función barrera de la piel.

Alternativas del retinol para una piel sensible

Si tu piel es sensible, que no cunda el pánico. Hay otros activos (antiedad) con los que puedes contar que son igual de eficaces (y tolerables).

Niacinamida

Es un precursor de una serie de cofactores que participan en muchas reacciones enzimáticas de la piel. Es por eso que influye de forma tan positiva en tantos procesos de la piel y es más beneficiosa de lo que crees. Además, la niacinamida:

Es uno de los mayores antioxidantes, ya que protege a nuestra piel del estrés oxidativo y de aquellos rostros que están más expuestos a factores externos que puedan dañar la barrera cutánea, ya sea la polución, el sol, el tabaco, etc.
Reduce el acné. Posiblemente, este sea su uso más conocido. La niacinamida posee propiedades antiinflamatorias y seborreguladoras que calman rojeces y disminuye las marcas del acné. Por tanto, es un activo que mejora la textura de la piel y el aspecto de los poros de forma visible.
Al ser un ingrediente que calma las rojeces y que posee beneficios antiinflamatorios, la niacinamida es ideal para las pieles sensibles por su gran tolerabilidad.
Mejora la función barrera protectora de la piel y aumenta la producción de los lípidos en epidermis (como las ceramidas) o las proteínas (como la queratina y filagrina).
También fomenta la producción de colágeno y elastina, por lo que mejora el aspecto de arrugas, ojeras y líneas de expresión en un periodo aproximado de 8 a 12 semanas. No es inmediato, pero es efectivo.
Mejora el tono de la piel, ya que funciona como despigmentante y gracias a su función antiglicante, evita que la piel tome un color amarillento.

Ácido glicólico

El ácido glicólico, como bien indica su nombre, es un ácido perteneciente al grupo de los alfahidroxiácidos (AHA) que se utiliza para tratar pequeñas arrugas, la dermis que ha sido dañada por el sol o aquella que carece de luminosidad. Es más, es uno de los activos favoritos de las K-Beauty para conseguir una glass skin. Además, también se utiliza para exfoliaciones químicas que eliminan las células muertas de nuestro rostro que obstruyen los poros y facilitan la aparición de imperfecciones.

Una curiosidad es que este AHA se obtiene de la caña de azúcar, por lo que es un activo 100% natural. Fomenta la regeneración circular, regula el sebo de la cara, evita la aparión de puntos negros y afina la presencia de poros. Así, y según su concentración —que varía entre el 4% y el 20%—, la cosmética se beneficia de este activo para realizar exfoliaciones ligeras, tratar manchas, arrugas o acné.

Por eso no es de extrañar que la cosmética coreana lo ame tanto, ya que, lo uses como lo uses, mejorará el aspecto de tu piel. Lo mejor es que es un activo que penetra en las capas más profundas de la piel y hay que tener un poco de cautela a la hora de usarlo para aprovecharte (y bien) de todos sus beneficios.

Bakuchiol

Es el que más se asemeja al Retin-A. Regenera las células, estimula la producción natural de colágeno, corrige la despigmentación y fomenta la elastina. Es un extracto botánico que proviene de las semillas de la planta Babchi (‘psoralea corylifolia’). Además, es antioxidante y antiinflamatorio, por lo que es ideal para las pieles sensibles.

Rosa Mosqueta

La rosa mosqueta es un aceite natural rico en vitaminas A, C y E, y que contiene ácido trans-retinóico. Por tanto, además de tener un efecto regenerador altísimo y ser famoso por su poder cicatrizante, este aceite ayuda a reducir las líneas finas, manchas y es rico en antioxidantes que combaten los radicales libres. Aunque también es cierto que sus efectos ni son igual de rápidos que los del retinol, ni son comparables.

Las mejores alternativas antiedad al retinol para pieles sensibles están en Primor

Hoy en día, soluciones hay para todo, y si buscas un cosmético antiedad que sea eficaz, pero más tolerable al retinol, estos serán tus mejores aliados:

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