¿Has oído hablar de la maicena? Es un ingrediente que, si no tienes en tu cocina, lo tiene tu madre o tu abuela. Lo que muchos no saben es que también va más allá de las habilidades culinarias, porque las propiedades de la maicena se adentran en el mundo de la cosmética para mejorar el estado de la piel. Te contamos todo lo que debes saber.
Qué es la maicena y por qué se usa en cosmética
La maicena es lo que viene a ser (de toda la vida) el almidón de maíz. Es un polvo fino hecho de la parte comestible del maíz que se utiliza en el ámbito culinario como un espesante para salsas, sopas y otros alimentos. Entonces, ¿por qué el mundo de la cosmética está loco con él? Por muchos motivos, pero sobre todo porque:
- Tiene la capacidad de absorber el exceso de aceite y humedad en la piel. Por lo que, es muy útil en productos como polvos faciales y polvos para bebés. Básicamente lo que hacen es ayudar a mantener la piel seca y matificar el brillo.
- Por otro lado, debido a su textura fina y suave, la maicena también se utiliza en productos como polvos corporales y polvos de talco para proporcionar una sensación suave y sedosa en la piel.
- Alivia las irritaciones de las pieles más sensibles y vulnerables, debido a sus propiedades calmantes y suavizantes en la dermis. Es un remedio casero para los bebés. Es más, tu abuela puede ser que la utilizara en sus años.
- Insistimos en algo básico: es un espesante. Por tanto, es bastante común en productos como las cremas y lociones, ya que ayuda a crear una textura más cremosa y mantiene a los ingredientes juntos.
- Es la alternativa natural más utilizada, ya que se deriva de una planta.
Remedios caseros con maicena
No debería extrañarte que, después de todos los beneficios, te dijéramos que es genial para crear remedios caseros que solucionen problemáticas. Concretamente, deberías utilizar la maicena para:
Mascarilla facial para piel grasa
Atenta, que es mucho más sencillo de lo que crees. Tan solo tendrás que mezclar una cucharada de maicena con agua para hacer una pasta suave. Aplica esta mezcla en tu rostro y déjala actuar durante unos 15-20 minutos antes de enjuagar con agua tibia. ¿Por qué deberías hacerlo? Porque esta mascarilla ayuda a absorber el exceso de aceite y a matificar la piel.
Polvo matificante casero
Te hemos advertido, es genial. Sobre todo, si tienes la piel grasa. Por lo que tan solo tendrás que combinar un poco de cacao en polvo sin azúcar con la maicena para un polvo matificante casero. ¿Cómo aplicarlo? Con una brocha sobre tu base de maquillaje para ayudar a controlar el brillo durante todo el día.
Polvo de talco para bebés casero
Si tu abuela lo hizo, tú también. Mezcla maicena con una pequeña cantidad de aceite esencial de lavanda o manzanilla para obtener un polvo de talco casero suave y calmante para bebés. Este polvo puede ayudar a prevenir la irritación y mantener la piel seca y cómoda.
Para aliviar pieles con alergias
Atenta, si tienes la piel sensible, quemada o enrojecida, mezcla maicena con un poco de agua para hacer una pasta y aplícala sobre estas áreas. Parece magia, ya verás cómo el enrojecimiento se reduce.
Exfoliante suave
Es un remedio casero que me agradecerás. ¿Y sabes por qué? Porque con él le dirás adiós a las células muertas de la piel, al mismo tiempo que la deja suave y renovada. La mezcla es sencilla. En este caso solo tendrás que combinar maicena con un poco de agua o aceite de coco. Cuando la tengas, masajea suavemente sobre la piel húmeda en movimientos circulares y enjuaga con agua tibia.
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