Puede que no lo sepas, pero la piel está más despierta que nunca cuando dormimos. Es el momento que aprovecha para regenerar, reparar tejidos y reponer los daños que los factores externos (como la sequedad, el clima o el sol) haya podido causar en ella. Con el paso de los años, es conveniente una ayudita extra, ya que su agilidad disminuye. Y como más vale prevenir que curar, ese es el paso a paso que deberías seguir en tu rutina de noche.
Paso a paso de tu rutina de noche
- Desmaquíllate. Con agua micelar, aceite desmaquillante o bálsamo limpiador; pero hazlo. El objetivo es eliminar el maquillaje, la suciedad y los residuos acumulados durante el día. Para hacerlo, usa un disco de algodón o tus manos para aplicar el desmaquillante y masajear suavemente en la piel. Asegúrate de eliminar todo el maquillaje, especialmente en los ojos.
- Limpia la piel. Con un limpiador en gel, espuma o crema, dependiendo de tu tipo de piel. En este caso, vamos a limpiar profundamente los poros y eliminar cualquier residuo restante. Para ello, aplica el limpiador sobre el rostro húmedo y masajea en movimientos circulares. Enjuaga muy bien con agua tibia.
- Exfolia, aunque ojo, solo una o dos veces por semana para eliminar las células muertas de la piel y prevenir la obstrucción de los poros.
- Hora del tónico. Y no dejes que pase desapercibido, ya que ayuda a equilibrar el pH de la piel y preparar el rostro para los siguientes productos. La mejor forma de hacerlo es aplicar el tónico en un disco de algodón o directamente con las manos, dando palmaditas suaves en la piel.
- Contorno de ojos. Según tu preocupación, usa ingredientes como cafeína, péptidos o retinol para hidratar y tratar la delicada zona y abrir tu mirada a la mañana siguiente.
- Sérum. Es el cosmético favorito de muchas, y no nos extraña, ya que trata problemas específicos de la piel, como manchas, arrugas o deshidratación. Si puedes, invierte en uno bueno con con ácido hialurónico, vitamina C, retinol o niacinamida, dependiendo de tus necesidades. Aplica unas gotas del sérum en el rostro y cuello, masajeando suavemente, y voilà.
- Hora de la hidratante. Para sellar la humedad y nutrir la piel durante la noche. Eso sí, según tu tipo de piel, apuesta por una crema hidratante, gel o aceite facial, aplicando una cantidad adecuada en todo el rostro y cuello, masajeando en movimientos ascendentes.
- No te olvides de tus labios. ¡Su piel es muy fina! ¿Cómo? Con un bálsamo labial o mascarilla de labios para hidratar y reparar los labios.
Cómo puedo ayudar a mi piel
- Ten una buena rutina de sueño. Y cúmplela a rajatabla durmiendo entre entre 7-9 horas en una habitación fresca, con una almohada adecuada para evitar la fricción en el rostro.
- Higiene del sueño. Asegúrate de dormir en una funda de almohada limpia, preferiblemente de seda, para reducir la fricción y evitar la acumulación de bacterias.
- Hidratación. Bebe un vaso de agua antes de dormir para mantenerte hidratado.