Una rutina de noche para dormir mejor es la que te ayuda a desconectar del estrés de todo el día, para poder conciliar el sueño. Hoy en día, con el ritmo frenético de vida que llevamos y la inestabilidad de esta en el caso de algunas personas, una rutina de noche para dormir mejor se convierte en algo más que necesario en algunos casos.
La falta de sueño puede traer consigo otros problemas secundarios como son la falta de concentración y los errores en el terreno laboral, enojo o falta de neurotransmisores que mantienen nuestras emociones balanceadas. Además, cuando no se duerme bien también cuesta hacer ejercicio, por ejemplo, por la falta de energía. Y el ejercicio diario o regular es clave para el bienestar tanto físico como emocional.
Rutina de noche para dormir: las mejores claves
Ya ahora que hemos visto cuáles son los problemas secundarios que puede acarrear la falta de sueño, vamos a ver cuáles son las claves para conseguir una rutina de noche para dormir.
Evita cafeína, teína o similares
Sobre todo desde las últimas horas de la tarde. pero, si crees que eres demasiado demasiado sensible a este tipo de sustancias, lo mejor es que incluso dejes de tomarlas por la mañana. El simple hecho de darte una ducha fría o hacer un poco de ejercicio de alto impacto a primera hora, ya te despejará.
Haz ejercicio
Una de las razones de necesitar una rutina de noche para dormir puede ser simplemente que no estés haciendo ejercicio durante el día. Practicar ejercicio de forma regular hace que al llegar la noche durmamos mucho mejor y conciliemos antes el sueño. Pero, además, relaja el sistema nervioso y es capaz de regularlo para que durante el resto del día nos sintamos bien.
Desconecta de las pantallas
Este es el primer paso y el más importante. Si te notas desvelada/o por la noche, puede que sea porque las pantallas con su luminosidad, alteran tu sueño. Por ello, es mucho mejor opción que para relajarte elijas leer en libro en formato papel, por ejemplo. Lo mejor es que la temática sea agradable y positiva. Los buenos pensamientos nos ayudan a dormir.
Sin embargo, aquellos libros, ya sean de ficción o ensayos de temas que puedan alterarnos, pueden desatar una cascada de pensamientos que impida conciliar el sueño.
Cena ligero
El hecho de tomar una cena pesada o de beber alcohol o tomar azúcar por la noche, también hace que la digestión se dificulte y sea mucho más difícil coger el sueño. Lo mejor es que meriendes a una hora prudente, sobre todo en invierno y cuando anochece pronto o que no cenes nada y recurras a ayuno intermitente. Si esto es muy difícil para ti, por horarios o hambre extrema, recurre a cenas ligeras y de fácil digestión.
Practica journaling
La práctica del journaling no es otra cosa que llevar una especie de diario con el simple objetivo de descargar los pensamientos y las preocupaciones sobre una hoja en blanco. Este debe ser el único objetivo. Si te descubres pensando demasiado por la noche y esto es lo que te impide dormir, practícalo hasta que sientas que tu mente está vacía y ya no necesitas soltar nada más. Incluso muchas veces, te descubrirás escribiendo visiones positivas después de un rato o encontrando soluciones a tus problemas.
Medita
El hecho de meditar puede hacer que te quedes dormida/o incluso antes de haber acabado la meditación. A través de la meditación, al concentrarte en las sensaciones y corporales, te relajas y te duermes mucho más fácil. Puedes optar por escoger meditaciones guiadas para dormir, ya que hoy en día en Youtube hay muchas gratuitas.
Date una ducha caliente antes de dormir
El agua caliente también ayuda a que el cuerpo se relaje. Por eso, el hecho de darte una ducha caliente antes de irte a acostar, puede ayudarte mucho a dormir.
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