Las joyas siempre han sido un símbolo de elegancia, sofisticación y personalidad. Sin embargo, al igual que con cualquier otro accesorio, saber cómo llevarlas de la forma correcta es esencial para lograr un look equilibrado y armonioso. Ya sea que te gusten los diseños minimalistas o los más atrevidos y llamativos, hay algunas normas de estilo que puedes seguir para asegurarte de que tus joyas realcen tu belleza sin sobrecargar tu imagen. Te contamos en este artículo de Primor cuáles son las normas que debes seguir al llevar joyas para verte elegante.
Cuáles son las normas que debes seguir al llevar joyas
1. Menos es más
Una de las reglas fundamentales en cuanto a joyas es la famosa máxima “menos es más”. Esto significa que, si decides ponerte una pieza llamativa, como unos pendientes grandes o un collar ostentoso, lo ideal es combinarlo con accesorios más discretos. Por ejemplo, si llevas unos pendientes de perlas o de diamantes, mejor opta por anillos o pulseras sencillas, o incluso prescindir de ellos. Así lograrás que la joya protagonista realmente destaque sin restar protagonismo al resto de tu atuendo.
Por otro lado, si eres de las que prefieren un look más recargado y te encanta la idea de llevar varias piezas a la vez, opta por elegir joyas que compartan un estilo o color similar, de modo que todas las piezas se complementen entre sí sin resultar excesivas. El equilibrio es clave.
2. Joyas para cada ocasión
Las joyas también tienen una regla no escrita: deben adaptarse a la ocasión. Mientras que un collar delicado o unos pequeños pendientes de perlas pueden ser perfectos para el día a día, los eventos formales requieren piezas más sofisticadas y elaboradas. Para una boda o una cena elegante, unos pendientes largos de diamantes o una pulsera con detalles brillantes pueden ser ideales. En cambio, para el trabajo o una cita casual, lo mejor es optar por algo más sobrio y menos llamativo.
Es importante también considerar la actividad que vas a realizar. Si vas a hacer ejercicio o actividades al aire libre, es mejor elegir piezas que no te molesten ni se vean afectadas por el sudor o el movimiento. Además, siempre hay que tener en cuenta la seguridad: algunas joyas muy caras o llamativas pueden no ser adecuadas para ciertos entornos.
3. Combina el estilo de las joyas con tu look
A la hora de elegir joyas, es fundamental que consideres el estilo general de tu estilismo. Si llevas un vestido de noche elegante y sofisticado, un collar sofisticado o unos pendientes largos pueden completar perfectamente tu look. Sin embargo, si estás vestida con algo más casual, como un conjunto de jeans y camiseta, las joyas deben ser más discretas y sencillas. De lo contrario, podrías restarle armonía al look.
La clave está en la coherencia: si tu ropa es muy estampada o colorida, opta por joyas más sencillas que no compitan con el resto del look. Si tu look es más neutro o monocromático, las joyas pueden ser una forma de añadir un toque de color y personalidad.
4. No mezcles metales a lo loco
La tendencia de mezclar metales en la joyería está de moda, pero es importante hacerlo con cuidado. Mezclar oro, plata y otros metales puede ser arriesgado si no se hace de forma pensada. Para evitar un look desordenado, intenta combinar metales que se complementen entre sí, o elige una gama de metales que armonicen bien. Por ejemplo, puedes combinar oro con tonos dorados o plata con metales plateados, pero sin forzar la mezcla de estilos demasiado diferentes.
Si eres amante de la mezcla de metales, es importante asegurarte de que las piezas elegidas tengan un diseño que fluya bien entre sí, en lugar de parecer que simplemente se han juntado sin ton ni son.
5. Cuida el estado de tus joyas
No basta con elegir las joyas adecuadas, también debes asegurarte de que se mantengan en buen estado. Las joyas de calidad, ya sean de oro, plata o materiales más sencillos, requieren cuidados específicos. Limpia tus piezas regularmente para mantener su brillo y evitar que se deterioren. Al guardarlas, es recomendable hacerlo en una caja o estuche para evitar que se rayen o se dañen con el paso del tiempo.
Además, recuerda que algunas joyas pueden perder su brillo si están expuestas a productos como perfumes, cremas o productos de limpieza, por lo que es recomendable ponértelas al final de tu rutina de belleza.