Si hay algo que debemos tener claro, es que la belleza no tiene edad. Porque sí, cumplir 70 (o más) no es sinónimo de renunciar al glow, sino de celebrarlo con más intención. A esta edad, la piel ya no busca lo mismo que antes: ahora quiere mimos, nutrición, gestos conscientes y tratamientos que acompañen su madurez con respeto y eficacia. Y lo mejor es que la cosmética ha evolucionado tanto, que hoy existen verdaderas joyas beauty pensadas especialmente para pieles sabias, con historia y con carácter. ¿Quieres saber cuáles son los mejores tratamientos para potenciar esa luz que ya llevas dentro? En este artículo de Primor te contamos cuáles son los mejores tratamientos para pieles de más de 70 años.
Los mejores tratamientos para pieles de más de 70 años
1/ Limpieza suave pero efectiva
A los 70, la barrera cutánea está más fina y sensible, así que el primer paso es apostar por una limpieza que respete, hidrate y no arrastre más de la cuenta. Olvida los geles agresivos o los jabones con alcohol: aquí mandan las leches limpiadoras, los aceites faciales o los bálsamos nutritivos. Se aplican con movimientos lentos y circulares, y se retiran con agua tibia o con una muselina suave. ¿El objetivo? Que la piel quede limpia, sí, pero también calmada, protegida y lista para absorber lo que viene después.
2/ Sérum reafirmante con péptidos o colágeno
Después de los 70, la piel necesita un refuerzo extra de firmeza, y los sérums son perfectos para eso. Busca fórmulas con péptidos, colágeno hidrolizado, retinol encapsulado o vitamina C (en baja concentración, para no irritar). Estos activos ayudan a estimular la producción natural de colágeno, suavizar arrugas profundas y devolver elasticidad. Aplícalo con suaves toques desde el centro del rostro hacia fuera, y no te olvides del cuello y el escote. Porque sí, el glow también se extiende más allá del rostro.
3/ Mascarillas nutritivas semanales
Las mascarillas son ese ritual de autocuidado que no entiende de edad. Y en pieles maduras, son un chute de hidratación, confort y luz. Una o dos veces por semana, regálate 15 minutos con una mascarilla rica en ácido hialurónico, ceramidas o aceites naturales como el de argán o rosa mosqueta. ¿Un truco beauty? Aplícala después de exfoliar ligeramente la piel con un peeling enzimático suave. El resultado será una piel más luminosa, con tacto de seda y visiblemente más revitalizada.
4/ Contorno de ojos (el aliado silencioso)
Con los años, la zona del contorno de ojos pierde volumen, elasticidad y firmeza. Por eso, un tratamiento específico para esta área es clave. Elige texturas ricas pero de rápida absorción, con ingredientes como retinol, cafeína, péptidos o ácido hialurónico. Aplícalo con el dedo anular —el más delicado— dando ligeros toquecitos, sin arrastrar. No es magia, pero con constancia se nota: menos bolsas, más luz, y una mirada descansada que lo dice todo.
5/ Aceites faciales: oro líquido para la piel
Si hay un tratamiento que toda piel madura debería tener en su rutina, es un buen aceite facial. No solo nutre profundamente, sino que deja la piel flexible, elástica y con un glow natural precioso. Elige aceites vegetales puros como el de camelia, jojoba, argán o rosa mosqueta, y úsalos como paso final de la noche o mezclados con tu crema de día. Son ese toque sensorial, cálido y reconfortante que convierte tu rutina de belleza en un momento de puro mimo.