En la cocina es una estrella discreta, pero en el mundo del bienestar, el laurel está empezando a reclamar el protagonismo que se merece. Esta hoja, símbolo de victoria desde los tiempos del Imperio Romano, ha sido utilizada durante siglos no solo para aromatizar guisos, sino también como ingrediente clave en rituales de salud y belleza. ¿Lo mejor? Es natural, versátil y tiene propiedades que, una vez descubres, no quieres soltar.
Rico en antioxidantes, vitaminas del grupo B, minerales como el magnesio y el zinc, y aceites esenciales como el eucalipto o el cineol, el laurel es un remedio multiusos que puedes incorporar a tu día a día de forma muy sencilla. Aquí te contamos cinco formas naturales de usar el laurel para cuidar tu cuerpo, tu piel y tu mente. Porque sí, a veces, los ingredientes más potentes están al alcance de tu cocina.
Remedios naturales con laurel
1/ Infusión de laurel para la digestión y la hinchazón
Una taza caliente de infusión de laurel puede ser tu mejor aliada después de una comida pesada o en días de hinchazón abdominal. Gracias a sus propiedades carminativas y digestivas, esta bebida ayuda a reducir gases, aliviar molestias estomacales y estimular la digestión.
- Cómo prepararla: Hierve tres o cuatro hojas de laurel en una taza de agua durante 10 minutos. Puedes añadir un poco de canela o jengibre para potenciar el efecto. Tómala caliente, después de comer.
- Beauty tip: una buena digestión también se refleja en la piel. Menos inflamación = rostro más descansado y radiante.
2/ Aceite de laurel para el cabello débil o con caída
El aceite esencial de laurel es un tónico capilar natural que fortalece la fibra, estimula el crecimiento y combate la caída del cabello. Puedes encontrarlo puro o en fórmulas de champús o mascarillas. También puedes preparar un remedio casero para potenciar tu rutina capilar.
- Cómo usarlo: Añade unas gotas de aceite esencial de laurel a tu champú habitual o mezcla con aceite de ricino o coco para hacer un masaje capilar antes del lavado. Déjalo actuar 20 minutos y aclara con agua tibia.
- Resultado: cabello más fuerte, con más volumen y menos caída. Ideal si estás en una época de estrés o cambio estacional.
3/ Vapor facial con hojas de laurel para limpiar los poros
¿Te suenan esos días en los que la piel necesita un detox urgente? Este remedio clásico, pero eficaz, purifica los poros, elimina toxinas y deja el rostro suave y despejado.
- Cómo hacerlo: Hierve agua con cinco hojas de laurel, colócala en un bol grande y, con cuidado, acerca el rostro al vapor con una toalla sobre la cabeza. Respira profundo. Tu piel (y tus vías respiratorias) lo agradecerán.
- Truco extra: después del vapor, aplica una mascarilla purificante para aprovechar el efecto piel abierta.
4/ Baño relajante con laurel para el cuerpo y la mente
El laurel también tiene propiedades calmantes y antiinflamatorias, ideales para relajar músculos tensos y aliviar el estrés. Un baño con hojas de laurel es como un spa casero con aroma mediterráneo.
- Cómo prepararlo: Llena la bañera con agua caliente y añade un puñado de hojas de laurel frescas o secas. También puedes incorporar unas gotas de aceite esencial. Sumérgete al menos 15 minutos.
- Resultado: piel más suave, cuerpo más ligero y mente en modo zen.
5/ Tónico casero de laurel para pieles con acné o imperfecciones
Gracias a sus propiedades antisépticas y antiinflamatorias, el laurel ayuda a reducir granitos, calmar rojeces y regular el exceso de grasa. Convertido en tónico, es ideal para pieles con tendencia acneica.
- Cómo prepararlo: Haz una infusión concentrada de laurel, deja enfriar y guarda en un frasco con pulverizador. Úsalo como tónico después de limpiar el rostro.
- Consejo: guarda el frasco en la nevera para potenciar su efecto calmante.