Imagina regalarle a tu piel un momento de mimo, de calma, de tratamiento intensivo. Así, como un abrazo en forma de gel, arcilla o tela. Eso —y mucho más— es lo que hacen las mascarillas faciales coreanas. Se han convertido en un imprescindible en cualquier rutina de belleza, y no solo por el placer de aplicarlas, sino porque realmente funcionan. En este artículo de Primor te contamos cuáles son las mejores mascarillas faciales coreanas y por qué deberías usarlas.
¿Por qué usar mascarillas faciales coreanas?
Porque son como un chute de belleza instantáneo. Las mascarillas están formuladas con una concentración de ingredientes activos mucho mayor que otros productos de cuidado facial. Esto significa que pueden actuar más rápido y en capas más profundas de la piel. ¿El resultado? Piel hidratada, luminosa, purificada o calmada en cuestión de minutos.
Cada tipo de mascarilla responde a una necesidad concreta:
- Las de arcilla son ideales para pieles mixtas o grasas, porque absorben el exceso de sebo y limpian los poros.
- Las hidratantes con ácido hialurónico o aloe vera calman, refrescan y rellenan.
- Las iluminadoras con vitamina C o enzimas de frutas ayudan a combatir el tono apagado.
- Y las calmantes, con ingredientes como la centella asiática, son perfectas para pieles sensibles o irritadas.
Cuándo y con qué frecuencia usarlas
Aquí no hay una regla única, pero en general se recomienda usar mascarillas una o dos veces por semana, dependiendo de tu tipo de piel y del tipo de mascarilla. Si tienes la piel seca, puedes optar por hidratantes más seguido; si es grasa, alterna purificantes e hidratantes. ¿Lo más importante? Escuchar a tu piel y adaptarte a lo que necesita en cada momento.
¿Cuáles son las mejores mascarillas coreanas?
Ya lo sabes: cuidarte la piel no es un lujo, es una declaración de amor propio. Y entre nuestras mejores amigas del skincare, están las mascarillas faciales. Porque hay algo mágico en ese momento de pausa, de dejar que los ingredientes actúen mientras tú te desconectas del mundo. Y si son estas... prepárate para un flechazo beauty en toda regla.
Super Aqua Ampolla Mascarilla


Mascarilla Facial de Granada Real Ampoule Mask


Mascarilla anti poros Fresh Food Carrot


Mascarilla facial Hyaluronic Acid

Missha Super Aqua Ampolla Mascarilla
Diez tipos de ácido hialurónico. Repito: diez. Esta mascarilla de Missha es como un vaso de agua fría en un día caluroso —refresca, calma y devuelve el equilibrio a tu piel como por arte de magia. Su fórmula en ampolla se funde con el rostro y te deja la piel hidratada, jugosa y feliz.
Perfecta para pieles sedientas o para cuando sientes que tu cutis necesita un reset en modo spa coreano. Literalmente, se nota desde la primera aplicación.
Jigott Mascarilla Facial de Granada Real Ampoule
La granada es ese súper ingrediente que tu piel no sabía que necesitaba. Rica en antioxidantes, esta mascarilla de algodón de Jigott hidrata, revitaliza y estimula la regeneración celular. ¿Resultado? Un rostro más fresco, luminoso y con ese efecto de "buena cara" instantáneo.
Además, la tela se ajusta perfectamente al rostro (adiós a las mascarillas que se deslizan) y su mezcla con limón y loto le da ese plus purificante que equilibra. Si buscas nutrición con un toque detox, esta es para ti.

Farmskin Mascarilla Anti Poros Fresh Food Carrot
Sí, la zanahoria no solo es buena para la vista. Esta mascarilla natural de Farmskin es ideal para controlar poros y limpiar tu piel sin agredirla. Tiene ese aroma fresco y campestre que te hace sentir más cerca de la naturaleza, incluso si estás en tu sofá con un moño despeinado.
La tela está hecha de Cupra (algodón + eucalipto), suave como una caricia, y se adapta con una delicadeza que da gusto. Perfecta para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles. ¿Lo mejor? Ese efecto de piel limpia y equilibrada, sin tirantez.

Missha Mascarilla Facial Hyaluronic Acid
Si tu piel está seca o apagada, esta es LA solución express. Con ácido hialurónico como protagonista absoluto, esta mascarilla de Missha calma, hidrata y deja tu rostro suave, relleno y visiblemente revitalizado.
Es la típica mascarilla que usas un lunes por la noche y te cambia la cara (y el humor) para el martes. Un básico que nunca falla y que tu piel agradecerá cada vez que lo necesite.
