Se habla mucho de la necesidad de cambiar los cosméticos o de conseguir aquellos con ingredientes hidratantes y nutritivos que cuiden de nuestra piel (y de nuestro pelo) cuando acaba el verano. Sin embargo, pocos hablan de la importancia de elaborar una buena rutina de cuidado corporal para otoño, y es más importante de lo que crees. Por ese motivo, en este artículo de Primor te contamos qué pasos deberías seguir.
Pasos de la mejor rutina de cuidado corporal para otoño
- Exfolia tu piel 1-2 veces por semana con productos suaves a base de avena, azúcar o ácido láctico. Esto eliminará las células muertas acumuladas durante el verano y mejorará la absorción de hidratantes. Evita exfoliantes agresivos para prevenir irritaciones.
- Limpieza hidratante. Usa diariamente un gel o crema de ducha hidratante sin sulfatos. Estos productos limpian la piel sin resecar, algo esencial en climas más fríos. Busca ingredientes como glicerina, aceite de coco o manteca de karité para una limpieza que también hidrata.
- Hidrata. Después de la ducha, mientras la piel aún está húmeda, aplica una crema corporal rica, manteca o aceite con ingredientes como manteca de karité, aceite de almendras, aceite de argán o ácido hialurónico. Esto ayudará a sellar la humedad y prevenir la sequedad.
- No te olvides de tus manos y pies. Aplica crema a manos y pies todos los días, usando productos con urea, glicerina y aceites nutritivos. Estas áreas son más propensas a la sequedad, especialmente con el uso de agua caliente, y necesitan cuidados específicos para mantenerse suaves.
- Si tienes zonas específicas… Usa bálsamos reparadores en áreas muy secas como codos, rodillas y talones según sea necesario. Mantener estas zonas bien hidratadas evitará la aparición de grietas y asperezas.
- No olvides tus labios. Hidrata tus labios varias veces al día con un bálsamo que contenga manteca de karité, cera de abeja y aceites naturales. Esto los protegerá del viento frío y la sequedad, evitando que se agrieten.
- Que el agua esté tibia. Opta por duchas o baños templados en lugar de muy calientes, y agrega aceites hidratantes al agua. El agua caliente reseca la piel, mientras que los templados, con aceites, ayudan a mantenerla hidratada.
- Los humidificadores como mejores amigos. Utiliza un humidificador durante la noche o en habitaciones donde pases mucho tiempo, sobre todo, si el clima es seco, ya que esto contrarrestará la sequedad del aire interior típica del otoño, ayudando a mantener tu piel hidratada.
- Usa protección solar. Sí, también en otoño. Aplica protector solar con al menos SPF 30 diariamente en áreas expuestas como rostro, cuello y manos. A pesar de los días más cortos y menos soleados, los rayos UV siguen presentes y pueden dañar la piel.
- Somos lo que comemos… Una vez más. Mantén una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y asegúrate de beber suficiente agua. Una buena alimentación e hidratación interna complementan tu rutina de cuidado externo, manteniendo la piel saludable desde adentro.