Son muchos los trucos de belleza que aplicamos a diario para lucir una piel más joven, hidratada, tersa y luminosa. Una de las rutinas que capta especialmente nuestro interés es la rutina coreana, esa que tiene nada menos que diez pasos entre los que se encuentran una doble limpieza, exfoliación y varios productos de tratamiento e hidratación. Sin embargo, las japonesas tienen su propia rutina de belleza, hablamos del layering (y no, esta tendencia no es sólo para la ropa).
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Es cierto que conocemos el layering principalmente por ser una tendencia que consiste en ponerse varias capas de ropa de manera trendy, sin embargo, esto no se aleja mucho de la realidad del layering en belleza ya que, las japonesas tienen esta rutina que consiste, exactamente, en aplicar los productos de belleza por capas. Una rutina de belleza para conseguir una piel suave y aterciopelada que lleva desde la antigüedad entre las mujeres niponas. Toma nota y descubre todo lo que esta rutina puede hacer por tu piel.
¿Qué es el layering?
El layering, al igual que en moda, consiste en ponerse capas. En este caso las capas son los productos de belleza en función de su densidad. Es decir, se comienza siempre aplicando los productos menos densos para terminar por los más pesados como suelen ser las cremas. Esto se utiliza para corregir las imperfecciones de la piel y que todos los productos se absorban eficazmente.
Los principales pasos del layering
Desmaquillarse
No vale con pasar directamente al limpiador, antes de nada es importante desmaquillarse para eliminar las impurezas y los restos del maquillaje. Los aceites son en muchas ocasiones uno de los mejores productos para eliminar estos productos ya que al ser grasos son los que mejor lo arrastran de forma eficaz.
Limpiar en profundidad
Ahora sí es el turno del limpiador con un buen gel que consiga eliminar las impurezas por completo. Además, esto limpiará los poros y preparará la piel para las siguientes capas de tratamiento e hidratación. Un último aclarado con agua fría es perfecto para activar la circulación y mantener la piel flexible.
Loción
El tónico o la loción es el último producto de la limpieza ya que es el que arrastra todo lo que se haya podido quedar como las bacterias, por ejemplo. Pero no solo eso, también ayuda a equilibrar el pH de la piel, desintoxicando y minimizando el aspecto de los poros e, incluso, consigue desinflamar los granitos de la piel.
Sérum, comienza el tratamiento
Ahora sí es el turno de los cosméticos de tratamiento como el sérum. Si vas a usar varios, pero nunca más de tres, es importante ir siempre desde el más ligero hasta el más denso dejando siempre un margen de tiempo para su absorción. Los sérum son la dosis más alta de tratamiento ya que ayudan a que la piel se muestre suave, con luz propia, brillo y tersa. Además, cabe destacar que los ingredientes no son los mismos mañana y noche ya que, por ejemplo, el retinol debe usarse por las noches y la vitamina C en la rutina matinal.
Contorno de ojos
Seguimos con los productos de tratamiento, en este caso pasamos al contorno de ojos, un producto más denso ya que los sérum. Indicado especialmente para esta delicada y fina zona del rostro, tratan la piel para eliminar ojeras y arrugas. De igual manera, a mayor edad es importante usar uno diferente para la noche y otro para el día con propiedades diferentes para el contorno de los ojos.
Crema hidratante
La más densa de la rutina diaria, especialmente de noche, es la crema hidratante, un producto indispensable que tiene varias funciones además de hidratar como son sellar todo el tratamiento aplicado previamente y proteger a la piel de las agresiones externas. Además, también tiene tratamiento según tus necesidades como pueden ser antiarrugas, un extra de hidratación o para pieles grasas, por ejemplo.
Protección solar
Aunque es un paso solo para aplicar durante el día siempre cuando vayamos a salir de casa, es uno de los grandes olvidados. Es un producto imprescindible que protegerá la piel de la radiación solar y así del envejecimiento prematuro de la piel debido a los efectos nocivos de esta exposición solar a diario. Algo que, aunque no lo notes a diario, sí lo harás con el paso del tiempo viendo los efectos que puede tener en la piel con otros secundarios como puede ser la aparición de manchas en el rostro.
Además de todo esto, es importante seguir algunas reglas básicas para que este proceso funcione. Una de ellas es la anteriormente mencionada de no aplicar más de tres sérums para no conseguir un efecto contraproducente, después está la de esperar unos segundos entre cada producto para asegurarnos su penetración en las diferentes capas de la piel y, por último, la base del layering, aplicarlos siempre del más ligero al más denso.
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