Ya lo sabes. Lo has vivido. Lo estás viviendo: época de exámenes es igual a caos. Tu cabeza parece una fiesta de temas, fechas, dudas existenciales y ese clásico pensamiento de “si duermo menos, estudio más”. Pero hay algo que no te están diciendo (o que estás ignorando a propósito): sin descanso, no hay rendimiento. Ni concentración. Ni memoria. Ni piel bonita.
Dormir no es perder el tiempo. Dormir es estudiar en silencio. Mientras tú sueñas, tu cerebro está ocupado guardando lo que has aprendido. Organizando ideas. Filtrando información. Regenerando tejidos. Y sí, también tu piel aprovecha para resetearse. Así que, repite conmigo: dormir es productivo.
En este artículo de Primor te explico por qué dormir bien es tu mayor superpoder durante los exámenes y qué necesitas para conseguirlo sin hacer malabares.
La importancia de dormir bien en exámenes: dormir bien es igual a estudiar mejor
Durante el sueño, tu cerebro consolida la memoria. Eso significa que lo que estudias durante el día, se fija mientras duermes. ¿Qué pasa si no duermes lo suficiente? Que olvidas. Te cuesta concentrarte. Y te pasas media mañana leyendo la misma frase sin entender nada.
La privación de sueño afecta tu estado de ánimo, tus decisiones, tu energía y tu salud mental. ¿La consecuencia en belleza? Ojeras, piel apagada y un humor que ni el mejor colorete arregla.
Señales de que no estás descansando lo suficiente:
- Te cuesta recordar lo que estudiaste ayer.
- Estás irritable o más ansiosa de lo normal.
- Te despiertas más cansada de lo que te acuestas.
- Te cuesta concentrarte aunque te sepas el temario.
- Sientes que todo te cuesta el triple.
¿Te identificas? No estás sola. Pero hay solución.
¿Qué necesitas para dormir mejor durante exámenes? Trucos
Dormir bien no es solo cuestión de apagar la luz y cruzar los dedos. Es un ritual. Un compromiso contigo. Y sí, también puede ser bonito. Te dejo algunos básicos que funcionan (y que te puedes permitir):
1/ Rutina nocturna relajante
Tu cerebro necesita señales para entender que el día ha terminado. Una rutina de noche puede incluir:
- Ducha templada o caliente
- Tisana relajante (manzanilla, valeriana o rooibos)
- Skincare suave y sin prisas
- Luz cálida y cero pantallas una hora antes de dormir
2/ Melatonina (si lo necesitas)
La melatonina es una hormona natural que regula el sueño. Puedes encontrarla en suplementos, sprays bucales o incluso infusiones especiales. No es adictiva, pero consulta siempre con un profesional si estás tomando otros medicamentos.
Ideal para: noches previas a exámenes, picos de ansiedad o insomnio por agotamiento.
3/ Aceites esenciales y brumas para almohada
Lavanda, bergamota o manzanilla romana. Estos aceites tienen un poder calmante real. Puedes usarlos en difusor o con brumas especiales para la almohada. Huelen bien, relajan, y le dicen a tu cerebro: “ya es hora de parar”.
- Bonus beauty tip: dormir en calma mejora la oxigenación de la piel. Más luz, menos imperfecciones. Así de simple.
4/ Almohada, colchón y ropa cómoda
Suena obvio, pero… ¿estás cómoda de verdad? Dormir bien empieza por estar físicamente a gusto. Cambia las sábanas, airea la habitación, usa pijamas que te abracen sin agobiarte.
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