La histamina es una molécula orgánica que desempeña un papel crucial en el cuerpo humano, especialmente en el sistema inmunológico, digestivo y nervioso. Aunque es esencial para varias funciones fisiológicas, un exceso o desequilibrio de histamina puede causar problemas de salud. Y en este artículo de Primor te contamos todo lo que deberías saber.
¿Qué es la histamina?
La histamina es como un superhéroe en tu cuerpo que ayuda a protegerte cuando algo malo quiere entrar, como un virus o bacteria, o algo que no le gusta a tu cuerpo, como el polen o algunos alimentos. Cuando tu cuerpo detecta un problema, llama a la histamina para que avise a otras partes del cuerpo. Por ejemplo:
Si un bichito entra por la nariz, la histamina hace que te dé moquito o estornudos para sacarlo. Si te pica un insecto, la histamina manda una señal para que la piel se inflame y defienda esa zona. Pero, a veces, este superhéroe se pone demasiado activo, ¡como si pensara que todo es un peligro! Entonces, puede causar problemas como comezón, hinchazón o dolor de cabeza, aunque no haya un enemigo real, dando lugar a la histaminosis.
¿Por qué podría preocuparme la histamina?
Un exceso de histamina o la incapacidad de procesarla correctamente puede provocar diversos problemas de salud, tales como:
1. Intolerancia a la histamina
La intolerancia a la histamina ocurre cuando el cuerpo no puede descomponerla adecuadamente, debido a niveles bajos de una enzima llamada diaminoxidasa (DAO), responsable de eliminarla. Esto puede causar síntomas como:
- Dolores de cabeza o migrañas.
- Congestión nasal o secreción.
- Urticaria o picazón en la piel.
- Problemas digestivos como hinchazón, diarrea o dolor abdominal.
- Fatiga, ansiedad o dificultad para dormir.
Los alimentos ricos en histamina (quesos añejos, embutidos, vino tinto, pescados ahumados) o que liberan histamina (tomates, fresas, chocolate) pueden agravar estos síntomas.
2. Alergias
La histamina es una de las principales responsables de los síntomas de las alergias, como:
- Estornudos.
- Ojos llorosos.
- Hinchazón.
- Reacciones graves como anafilaxia (una emergencia médica).
En estos casos, los antihistamínicos suelen ser el tratamiento indicado.
3. Condiciones de salud específicas
Un desequilibrio de histamina puede estar relacionado con ciertas condiciones, como:
- Mastocitosis. Una enfermedad donde los mastocitos liberan histamina de manera excesiva.
- Síndrome de activación de mastocitos (MCAS). Una condición caracterizada por la liberación incontrolada de histamina y otros mediadores inflamatorios.
- Enfermedades autoinmunes. Algunas afecciones pueden alterar el equilibrio de histamina en el cuerpo.
¿Cuándo buscar ayuda médica?
Deberías consultar a un médico si presentas:
- Síntomas persistentes de alergia sin una causa aparente.
- Reacciones cutáneas recurrentes como urticaria o enrojecimiento.
- Problemas digestivos crónicos sin un diagnóstico claro.
- Reacciones severas o anafilaxia.
¿Cómo manejar un exceso de histamina?
- Alimentación. Somos pesadas, pero de verdad: somos lo que comemos. Así que, nuestro consejo es que evites alimentos ricos en histamina o que liberen histamina.
- Antihistamínicos. Son medicamentos que bloquean los efectos de la histamina.
- Suplementos de DAO. Pueden ayudar a personas con deficiencia de esta enzima.
- Reduce el estrés. El estrés puede desencadenar la liberación de histamina.
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