Es probable que hayas oído hablar de ella, o quizás no. Pero la hiperhidrosis palmar es una condición en la que las palmas de las manos sudan en exceso, de manera crónica, sin que haya una razón clara o que esté relacionada con el clima o la actividad física. Te contamos por qué aparece y cómo puedes mitigar sus síntomas para que no te afecte en tu día a día.
¿Por qué aparece la hiperhidrosis palmar?
Por varias razones, pero especialmente.
- Hiperhidrosis primaria. Esta es la causa más común y no está relacionada con ninguna enfermedad subyacente. Los estudios coinciden en que suele tener una base genética, y se origina por una sobreactividad en el sistema nervioso simpático, que regula la sudoración. Este sistema puede enviar señales excesivas a las glándulas sudoríparas en las manos, haciendo que estas suden de más. Es común que esta forma de hiperhidrosis comience en la infancia o adolescencia.
- Hiperhidrosis secundaria. Aunque es menos común, puede ser causada por condiciones médicas subyacentes como enfermedades endocrinas (por ejemplo, hipertiroidismo), infecciones, ansiedad, menopausia, o efectos secundarios de ciertos medicamentos. En este caso, el exceso de sudoración se asocia con la condición médica subyacente y, por lo general, no solo afecta las palmas de las manos.
Tratamientos para la hiperhidrosis palmar
- Antitranspirantes. Los antitranspirantes con cloruro de aluminio (como los que se usan para el sudor en las axilas) también se pueden aplicar en las manos. Este compuesto ayuda a bloquear temporalmente las glándulas sudoríparas. Aunque es una solución sencilla, podría causar irritación en algunos casos.
- Iontoforesis. Este tratamiento usa una corriente eléctrica suave para reducir la actividad de las glándulas sudoríparas. Las manos se colocan en una bandeja con agua mientras se aplica la corriente. El tratamiento es efectivo, pero puede requerir sesiones periódicas de mantenimiento.
- Inyecciones de toxina botulínica (Botox). La toxina botulínica es capaz de bloquear temporalmente los nervios que estimulan las glándulas sudoríparas en las palmas, reduciendo la sudoración por varios meses. Aunque es efectivo, las inyecciones en las manos pueden ser dolorosas y también requieren repetir el tratamiento.
- Medicamentos anticolinérgicos. En casos más severos, los médicos suelen recetar medicamentos que bloquean la actividad de los neurotransmisores responsables de la sudoración excesiva. Sin embargo, estos medicamentos pueden causar efectos secundarios como boca seca, visión borrosa, y otros.
- Simpatectomía. En casos extremos, cuando otros tratamientos no funcionan, se tiende a considerar una simpatectomía. Es decir, una cirugía que corta o destruye los nervios simpáticos que controlan las glándulas sudoríparas en las palmas. Aunque puede ser efectiva, esta cirugía tiene riesgos y puede causar sudoración compensatoria en otras áreas del cuerpo.
- Tratamientos psicológicos. En algunos casos, si la hiperhidrosis se ve exacerbada por factores emocionales o estrés, técnicas de relajación o terapia cognitivo-conductual pueden ayudar a reducir la sudoración relacionada con la ansiedad.
Otras recomendaciones de experto
- Evita el uso de guantes o materiales que retengan el calor en tus manos.
- Usa talco o productos absorbentes en las manos.
- Evita factores que puedan empeorar la sudoración, como el estrés o ciertos alimentos picantes.