Los exámenes no son solo fechas. Son una etapa. Una temporada intensa. Un sprint final que a veces se siente como una carrera de fondo sin meta clara. Es ese momento en el que todo el mundo parece tenerlo todo bajo control (menos tú), y en el que “me lo estudio todo en dos días” suena tanto a broma como a drama.
Pero, spoiler: no tienes que sufrir para aprobar. Ni abandonarte para rendir. Porque entre tanto apunte, subrayador y meme de ansiedad, hay algo que importa aún más: cómo estás tú.
Y ahí es donde entran estos 5 hábitos. Pequeños, fáciles, pero con impacto real. Hábitos que no te roban tiempo. Hábitos que te sostienen. Hábitos que te salvan.
Los 5 mejores hábitos para sobrevivir a exámenes
1/ Pausas conscientes: porque tu cerebro también necesita respirar
No eres un robot. Tu concentración tiene un límite (aunque tu ansiedad te diga lo contrario). Estudiar sin parar no es eficiente. Estudiar bien incluye parar.
- Haz esto: prueba la técnica Pomodoro: 25 minutos de estudio, 5 de descanso. Cada 4 rondas, haz un break más largo.
- Por qué funciona: te ayuda a mantener el foco y evita el agotamiento mental.
- Bonus beauty tip: esos descansos bien aprovechados también bajan tu nivel de cortisol. Traducción: menos acné por estrés.
2/ Muévete (aunque sea poco)
Moverte no es solo para el cuerpo. También es para la mente. El ejercicio —aunque sea suave— oxigena, activa y te ayuda a pensar con más claridad.
- Haz esto: estírate. Camina. Baila tu canción favorita. Haz 5 minutos de yoga. Lo que quieras, pero muévete.
- Por qué funciona: mejora tu memoria, te quita el bloqueo mental y libera endorfinas. Más estudio, menos drama.
- Bonus beauty tip: mejora la circulación y eso se nota en tu piel. El glow no solo viene del iluminador.
3/ Duerme (de verdad)
Ya lo dijimos, pero lo repetimos porque es clave: dormir es parte del estudio. No es perder tiempo, es permitirle a tu cerebro consolidar lo aprendido.
- Haz esto: intenta dormir mínimo 6-7 horas, y respeta una rutina. Cena pronto, desconecta de pantallas y baja el ritmo. Tu piel y tus neuronas te lo agradecerán.
- Por qué funciona: mejora la retención, reduce la irritabilidad y te mantiene con energía estable.
- Bonus beauty tip: dormir bien es igual a piel descansada, mirada fresca, cero panda vibes.
4/Come bonito y práctico
No se trata de cocinar platos de chef, pero sí de comer algo que te nutra, no solo que te llene. Los snacks ultra procesados dan picos de energía y luego... caída libre.
- Haz esto: ten a mano snacks saludables: fruta, frutos secos, hummus, tostadas con aguacate o batidos caseros. Cocina simple pero con intención.
- Por qué funciona: una buena alimentación mejora la concentración y regula el estado de ánimo.
- Bonus beauty tip: comer bien también se ve en la piel: menos granitos, más luminosidad.
5/ Repite este mantra: no eres solo tu nota
No es un hábito tangible, pero sí vital. En época de exámenes, la autoexigencia se dispara. Te hablas mal. Te comparas. Te olvidas de ti. Y no, eso no es productividad. Es autoabandono con excusa académica.
- Haz esto: cada día, di algo bonito sobre ti. Escríbelo. Piensa en lo que ya has conseguido. Date crédito.
- Por qué funciona: baja la ansiedad, refuerza tu autoestima y te recuerda que vales más que cualquier número.
- Bonus beauty tip: cuando te hablas bonito, también te tratas mejor. Se nota en tu energía… y en cómo te miras al espejo.
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