Hay dos tipos de personas: las que se despiertan con energía, listas para comerse el mundo… y las que necesitan al menos tres alarmas, dos cafés y un momento de existencialismo silencioso antes de hablar con alguien. Si formas parte del segundo grupo (spoiler: casi todas lo hacemos), este artículo es para ti.
Levantarse por las mañanas no debería ser una batalla diaria. Y no, no se trata de convertirte en esa versión idealizada de ti misma que hace yoga al amanecer y bebe agua con limón en ayunas (aunque si te sale, aplauso lento). Se trata de incorporar hábitos pequeños y realistas que le digan a tu cuerpo y a tu mente: “tranquila, estamos bien, puedes despertar sin drama”.
Y como en Primor nos gusta cuidar de ti desde el primer momento del día, aquí tienes los hábitos infalibles para que despertarte deje de ser una tortura griega y se convierta, poco a poco, en un ritual bonito.
Los mejores hábitos al despertar
Empieza la noche anterior
Sí, el truco de una buena mañana empieza la noche de antes. Una rutina nocturna constante le dice a tu cuerpo que es hora de desconectar. Apaga pantallas al menos 30 minutos antes de dormir, evita cenas pesadas y, si puedes, crea un mini ritual de cuidado facial o corporal que te relaje.
Deja la persiana un poco abierta
Nuestro cuerpo responde a la luz natural. Si dejas que entre la claridad del amanecer, el cerebro empieza a producir menos melatonina (la hormona del sueño) y más cortisol (la de la actividad). Resultado: te despiertas con menos pereza, porque tu reloj interno se sincroniza con el día.
Es un truco simple pero eficaz, sobre todo en primavera y verano. Además, ¿quién no quiere que la luz del sol te dé los buenos días?
Hidrátate en cuanto te despiertes
Nada de ir directo al móvil. El primer gesto del día debería ser beber agua. Literalmente. Durante la noche perdemos líquidos y nuestro cuerpo se despierta deshidratado, lo que se traduce en fatiga, dolor de cabeza y mal humor.
Coloca un vaso de agua en tu mesilla y haz que beberlo sea lo primero que haces al levantarte. ¿Quieres un plus? Añade unas gotas de limón o una infusión suave como manzanilla o rooibos para activar el sistema digestivo con suavidad.
Activa tu piel (y tu energía) con tu rutina beauty
¿Sabías que el contacto con agua fría y aromas cítricos puede ayudar a activar el sistema nervioso central? Prueba con una ducha rápida, terminando con agua un poco más fresca, y utiliza productos con aromas estimulantes como menta, naranja o eucalipto.
Evita el scroll matutino
Lo sé. Cuesta. Pero mirar Instagram, WhatsApp o los titulares del día como primer estímulo puede abrumarte y estresarte incluso antes de salir de la cama. Intenta sustituir los primeros cinco minutos por estiramientos, música suave o simplemente respirar profundamente con los ojos cerrados.
Poner límites al móvil no solo mejora tu salud mental: te devuelve el control de tu mañana.
Crea una mini rutina placentera que te motive a salir de la cama
Puede ser preparar tu café favorito, hacerte un desayuno bonito (aunque sea una tostada con aguacate), ponerte tu crema con olor a vacaciones o escuchar ese podcast que te hace sentir bien. El truco está en tener algo que te guste esperando al otro lado del despertador.
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