Si eres fan de las rutinas de belleza coreanas habrás oído hablar de la tendencia beauty Glass Skin, o lo que es lo mismo, la famosa "piel de cristal". Esa que se ve tan suave, clara e intensamente hidratada que parece que está húmeda.
¿Qué es la glass skin?
Según los expertos, la glass skin es el estado de la piel que todo el mundo desea alcanzar, el más sano y el que no tiene imperfecciones. No obstante, la magia no existe y para que la piel luzca sin poros, luminosa y translúcida, tienen que pasar muchas cosas.
Todo depende del estado de la piel en el que partamos, pero no es un proceso corto, precisamente. No te aplicas unas cremas, comes sano una semana y voilá, sino que has de pasar por un periodo de transición de higiene y cuidados —incluso si has sido bendecido con una genética maravillosa—, para que, al final, el estado de tu rostro vaya subiendo de nivel, reduciendo imperfecciones hasta alcanzar su versión más saludable. El mejor ejemplo es la piel de los bebés. Y aunque dicho así puede sonar aburrido, e incluso nos puede dar pereza solo de pensarlo, los resultados son tan increíbles que resultan envidiables.
Glass skin: el origen de la piel de cristal
Como toda tendencia en el cuidado de la piel que tenga que ver con la perfección de la dermis, la cuna de origen reside en Corea del Sur. Fue un método que tomó muchísimo protagonismo y pronto se empezó a ver que funcionaba. Eso hizo que el foco mediático hiciera eco de ello y la glass skin llegó hasta asentarse en Estados Unidos, donde todas las beauty hunters y las K-Beauty (amantes de las rutinas coreanas) comenzaron a llevarlo a la práctica.
Ahora, gracias a Instagram, el término ha tomado popularidad en Europa y especialmente en España y Francia, donde muchas ya han conseguido lucir un rostro tan cuidado y bonito que parece que van con un filtro por la calle.
¿Cómo se consigue una piel glass skin?
¿Lo primero? Con paciencia y siendo constante con todos los pasos. Los expertos en rutinas coreanas recomiendan reducir las dosis de cafeína, alcohol, y mantenerse bien hidratados. Llevar una dieta saludable y aumentar la ingesta de grasas saludables es otro de sus mayores tips, ya que la piel del rostro las ama y las utiliza para lucir su mejor versión.
Otra de las claves para conseguir la deseada piel de cristal es seguir (y a rajatabla) una correcta rutina coreana del cuidado de la piel.
¿Qué pasos tiene una rutina coreana?
Lo más importante a la hora de llevar a cabo una rutina de belleza coreana que te ayude a conseguir una glass skin es tener claro que cada piel es un mundo. Por lo que, es primordial que escojas productos que sean adecuados para tu tipo de piel. No obstante, los pasos básicos son:
- Doble limpieza. Es el comienzo. Tener una piel bien limpia es el lienzo perfecto para empezar a trabajar en mejorar su estado. Y si no sabes con qué limpiadores faciales puedes empezar, aquí te dejamos una lista de los mejores para que escojas el que mejor se adapte a tus necesidades.
- Tónico. Las personas que se saltan este paso cometen un gran error, porque ni siquiera en las rutinas de la piel más básicas deberían prescindir de él. Los tónicos ayudan a matizar, reducir y acelerar la eliminación de las imperfecciones. Además, tambien son un gran impulso que restablece el pH de la piel y permiten que los siguientes pasos de su rutina se absorban mejor. Para conseguir una glass skin, escoge uno que te aporte luminosidad.
- Exfoliante. Es tu mayor aliado. Habrás oído que los exfoliantes faciales solo se deben usar una vez al día, pero existen muchos que resultan muy suaves y que son aptos para el día a día. ¿No sabes por dónde empezar? Aquí te dejamos un listado de los mejores exfoliantes faciales según tu tipo de piel.
- Hidratación. ¡Es el paso más importante! Recuerda que los pasos son: contorno de ojos, sérum (al ser posible que ilumine) y una crema hidratante que nutra tu piel en profundidad.
- El as bajo la manga. Sabemos que el proceso es largo, pero si quieres ir disfrutando del camino y llevar tu piel a un nivel mucho más glow, puedes usar un aceite para que enriquezca tu piel desde sus capas más profundas. Úsalo directamente tras la crema hidratante si tienes la piel seca, deshidratada o madura. Si tu cutis es graso o mixto, lo mejor es añadir un par de gotitas a tu crema hidratante. Así podrás disfrutar de todos sus beneficios sin preocuparte por los brillos o el exceso de sebo.
- ¡No te olvides! De la crema solar, por supuesto. Al cabo del día, nuestra piel está expuesta a múltiples factores externos que la debilitan: el sol, la polución, los cambios de temperatura, las pantallas de nuestros dispositivos... ¡Protégete del fotoenvejecimiento con una buena crema solar! Toma nota de los mejores protectores faciales.