Los ves en todas partes: en el neceser de tu amiga, en vídeos virales, en las rutinas nocturnas de las celebrities y, por supuesto, en el top de ventas de Primor. El retinol se ha ganado su fama a pulso. Es el activo antiedad por excelencia. Pero hay algo que nadie te cuenta: no vale con aplicarlo sin más y esperar milagros. Porque si lo usas mal, no solo puede no funcionar… sino que puede jugar en tu contra.
¿Te ha pasado que lo has usado durante semanas y tu piel sigue igual? ¿O peor: se te ha irritado, te ha salido descamación o te ha dado un brote inesperado? Tranquila. No estás sola. Y, probablemente, estás cometiendo alguno de estos errores. Aquí te contamos por qué tu retinol no está funcionando como debería, y cómo solucionarlo. Porque el retinol es magia… pero también ciencia.
Qué errores al usar el retinol cometes (y no lo sabes)
1/ Empiezas demasiado fuerte, demasiado pronto
Uno de los errores más comunes es querer ir demasiado rápido. El retinol no es un sprint, es una carrera de fondo. Si te lanzas con una concentración muy alta (como un 1% puro) sin que tu piel esté acostumbrada, lo más probable es que reaccione mal: rojeces, picor, sequedad y descamación.
- Lo ideal es empezar con concentraciones bajas (0.1% o 0.3%) o con fórmulas encapsuladas, y aplicarlo solo dos noches por semana durante el primer mes. Después, puedes ir aumentando la frecuencia.
2/ Lo usas a diario desde el día uno
El entusiasmo está bien, pero con el retinol menos es más. Aplicarlo cada noche desde el principio solo sobrecarga tu barrera cutánea y puede hacer que lo abandones antes de ver resultados. Recuerda que la piel necesita adaptarse.
Empieza poco a poco, observa cómo reacciona tu piel y sigue la regla del "retinol sandwich" si tienes piel sensible: aplica una capa ligera de hidratante, luego el retinol, y después otra capa encima para sellar.
3/ No usas protector solar (¡error grave!)
Este es el error más peligroso: usar retinol y no aplicar protector solar a diario. El retinol vuelve tu piel más sensible a los rayos UV, y si no la proteges, no solo anulas sus efectos positivos, sino que puedes acabar con más manchas que antes.
- Truco beauty: aunque solo lo uses por la noche, el uso de SPF50 al día siguiente es obligatorio. Y sí, también en invierno. También si está nublado. También si solo vas al súper.
4/ No lo aplicas en el orden correcto
El retinol debe ir sobre la piel limpia y seca (muy seca, si eres sensible), justo después del limpiador. Si lo aplicas después del sérum o de una crema muy rica, puedes estar diluyendo su efecto.
También es importante no mezclarlo con activos que puedan irritar, como los ácidos exfoliantes o la vitamina C. Mejor alternar noches: una noche retinol, otra noche AHA o niacinamida. Tu piel te lo agradecerá.
5/ Lo abandonas antes de tiempo
Spoiler: el retinol no es de efecto inmediato. A diferencia de un iluminador que actúa al instante, este activo necesita tiempo. Su magia sucede en las capas más profundas de la piel, por lo que los cambios visibles pueden tardar de 6 a 12 semanas.
Sé constante. No te desesperes. La constancia es la clave de los resultados duraderos. Y cuando llegue el momento… tu piel hablará por sí sola.