Es hora de destapar uno de los mayores mitos de la historia del cuidado de la piel: los filamentos sebáceos y los puntos negros no son lo mismo, y es hora de que lo sepas. En este artículo de Primor te enseñamos cuál es su principal diferencia y cómo debes tratarlos en función de cada caso.
Qué son los filamentos sebáceos
Los filamentos sebáceos, también conocidos como filamentos de sebo, son estructuras naturales y normales de la piel que se encuentran comúnmente en ciertas áreas del rostro, como la nariz, la frente y la barbilla. Se parecen, pero estos filamentos son diferentes de los puntos negros (comedones) y no deben ser confundidos con ellos porque no se tratan igual.
Los filamentos sebáceos están compuestos principalmente por una mezcla de sebo (aceite producido por las glándulas sebáceas de la piel) y células muertas de la piel. Tienen un color amarillento, grisáceo o translúcido; y suelen ser más delgados y menos visibles que los puntos negros. Es más, a menudo se perciben como pequeñas líneas o puntos en la superficie de la piel.
¿Por qué están ahí? Te preguntarás. Es sencillo, porque ayudan a transportar el sebo desde las glándulas sebáceas a la superficie de la piel. Este proceso es parte del mantenimiento natural de la piel y contribuye a mantenerla lubricada y protegida.
Puntos negros vs Filamentos sebáceos
Aunque la historia del cuidado beauty los haya tratado de forma similar, lo cierto es que no se parecen en nada:
Filamentos sebáceos
- Composición. Como ya hemos visto, los filamentos sebáceos están formados principalmente por sebo (aceite producido por las glándulas sebáceas), células muertas de la piel y bacterias.
- Apariencia. Suelen ser finos y de color blanquecino o amarillo. Son más notorios cuando se aprieta la piel.
- Ubicación. Son más comunes en áreas con muchas glándulas sebáceas, como la nariz, la frente y la barbilla.
- Función. Insistimos una vez más: los filamentos sebáceos son una parte natural de la piel y ayudan a guiar el sebo hacia la superficie para lubricar y proteger la piel.
- Visibilidad. Son más visibles cuando los poros están dilatados. No suelen sobresalir de la superficie de la piel y pueden parecer pequeños puntos o líneas finas.
- Tratamiento. No es necesario un tratamiento específico, aunque la limpieza regular puede ayudar a reducir su apariencia.
Puntos negros (Comedones Abiertos)
- Composición. Los puntos negros están formados por una mezcla de sebo, células muertas de la piel y bacterias que se acumulan y obstruyen un poro.
- Apariencia. Suelen ser de color negro o marrón oscuro debido a la oxidación del sebo y las células muertas al contacto con el aire.
- Ubicación. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en la cara, especialmente en la nariz y la frente.
- Función. Los puntos negros son una forma de acné y resultan de la obstrucción de los poros.
- Visibilidad. Sobresalen ligeramente de la superficie de la piel y pueden ser más notables que los filamentos sebáceos.
- Tratamiento. Pueden eliminarse mediante limpieza facial, exfoliación, productos con ácido salicílico o peróxido de benzoilo, y tratamientos profesionales como extracciones realizadas por un dermatólogo.