Olvídate por un momento de los acabados mate, las bases ultracubrientes o los polvos que eliminan hasta el último atisbo de brillo. La nueva piel ideal no es la que intenta esconder, sino la que refleja luz, salud y naturalidad. ¿Su nombre? Dewy skin. Fresca, jugosa y con ese glow que parece salido de una sesión de yoga con ocho horas de sueño encima. Spoiler: no necesitas ser una experta ni tener una piel perfecta para conseguirla. Solo necesitas los productos adecuados, algunos trucos y muchas ganas de brillar —literalmente—.
¿Qué es exactamente el dewy skin?
El término dewy viene del inglés y significa “rocío”. Y eso es exactamente lo que busca esta tendencia: una piel que luzca hidratada, luminosa y radiante, como si acabara de recibir una bruma de agua fresca al amanecer. El efecto es jugoso, pero sin parecer graso. No brilla por exceso de sebo, sino por equilibrio, por hidratación bien gestionada y por una base de maquillaje ligera que deja respirar la piel. En otras palabras: es el glow saludable que todas queremos.
La clave está en la preparación de la piel
Como toda tendencia de maquillaje que pone el foco en la piel, el secreto empieza antes de aplicar el primer producto. Para lograr un dewy skin real, necesitas una piel bien hidratada, equilibrada y con textura suave.
- Limpia con un gel suave que respete tu barrera cutánea.
- Exfolia (1 o 2 veces por semana) para eliminar células muertas y revelar el glow natural.
- Hidrata en capas, empezando con una esencia o tónico hidratante, seguido de un sérum con ácido hialurónico y una crema nutritiva.
- Protección solar always: el SPF no solo protege, sino que también unifica y mejora la textura con el tiempo.
Y si quieres subir la apuesta: añade unas gotas de aceite facial iluminador antes del maquillaje. Tu piel te lo va a agradecer.
El maquillaje: menos cobertura, más luz
Una vez tienes la piel lista, es hora de maquillarte como si no lo hicieras.
- Opta por bases ligeras tipo skin tint o BB Cream. Si prefieres cobertura, elige una base con acabado glow o mezcla unas gotas de iluminador líquido con tu base habitual.
- El corrector solo en zonas puntuales: ojeras, granitos o rojeces. Nada de cubrir toda la cara.
- El iluminador líquido o en crema es tu nuevo mejor amigo. Aplícalo en los puntos altos del rostro: pómulos, arco de la ceja, nariz y lagrimal.
- Usa coloretes en crema para dar ese toque saludable en mejillas. ¿Nuestro favorito? El que parece que vienes de dar un paseo al sol.
- Evita los polvos matificantes (o úsalos solo en la zona T si lo necesitas) y apuesta por sellar con brumas hidratantes que refresquen y devuelvan el brillo natural.
Toque final: labios, cejas y actitud
Para redondear tu dewy look, apuesta por unos labios hidratados con efecto gloss o un bálsamo con color. Las cejas naturales, ligeramente peinadas hacia arriba, complementan ese efecto de piel fresca y sin esfuerzo.
Y lo más importante: la actitud. Porque el verdadero dewy skin empieza en cómo te sientes contigo. Una piel jugosa no es solo una tendencia, es una declaración de intenciones: estoy cuidando de mí, y se nota.