Puede que hayas oído hablar de ella, o puede que no, pero la cuperosis es una patología mucho más común de lo que parece. Si crees que puedes padecerla, nuestro consejo es que acudas (lo antes posible) a un dermatólogo que examine tu caso de cerca y te diga cuál es el procedimiento a seguir según tu caso en concreto.
No obstante, en este artículo de Primor te explicamos en qué consiste la cuperosis, cuáles son los síntomas, qué la produce y cómo puedes paliar sus efectos. Vamos allá.
Qué es la cuperosis
La cuperosis es una condición cutánea caracterizada por la dilatación de pequeños vasos sanguíneos en la superficie de la piel, especialmente en áreas como la cara y las mejillas. Esta dilatación de los capilares sanguíneos puede hacer que aparezcan pequeñas venas rojas o arañas vasculares en la piel.Suele ser más común en personas con piel clara y puede ser causada por diversos factores, como la predisposición genética, la exposición excesiva al sol, cambios en la temperatura, el consumo de alcohol, el tabaquismo, o condiciones cutáneas como la rosácea.
Síntomas de la cuperosis
- Enrojecimiento facial. La cuperosis se caracteriza por un enrojecimiento persistente en la piel, especialmente en las mejillas y la nariz.
- Arañas vasculares. También conocidas como telangiectasias, son pequeñas venas rojas o líneas finas que pueden aparecer en la superficie de la piel.
- Sensación de calor o ardor. Algunas personas con cuperosis pueden experimentar una sensación de calor o ardor en la piel afectada.
- Sensibilidad cutánea. La piel afectada puede volverse más sensible, y en algunos casos, puede haber picazón o irritación.
Qué provoca la cuperosis
Como ya comentábamos, la cuperosis es causada principalmente por la dilatación crónica de los pequeños vasos sanguíneos en la piel, específicamente los capilares. La causa exacta de la cuperosis no siempre es clara, pero hay algunos factores que pueden contribuir, como:
- Predisposición genética. La genética puede desempeñar un papel en la susceptibilidad a desarrollar cuperosis. Si hay antecedentes familiares de esta condición, es posible que tengas un mayor riesgo.
- Rosácea. La cuperosis a menudo está asociada con la rosácea, una afección cutánea crónica que causa enrojecimiento facial, inflamación y a veces pápulas y pústulas. La rosácea puede ser un factor desencadenante o contribuir al desarrollo de la cuperosis.
- Exposición al sol. La exposición excesiva y prolongada al sol puede dañar los vasos sanguíneos de la piel, aumentando el riesgo de cuperosis. Los capilares dilatados pueden ser más visibles en personas con piel clara.
- Cambios de temperatura, como la exposición al frío seguida de calor, pueden afectar los vasos sanguíneos y contribuir al desarrollo de la cuperosis.
- Consumo de alcohol. Se ha asociado con la dilatación de los vasos sanguíneos y puede empeorar la cuperosis en algunas personas.
- Tabaquismo. Fumar puede afectar negativamente la salud de la piel y contribuir a la dilatación de los vasos sanguíneos.
Cómo tratar la cuperosis
Cada caso es diferente, por lo que, el diagnóstico de un médico es imprescindible. Sin embargo, si lo que buscas es estudiar tus opciones, algunas de las soluciones más comunes suelen ser:
- Terapia láser, como la terapia de luz pulsada intensa (IPL) o el láser vascular, pueden ayudar a reducir la apariencia de las venas dilatadas y mejorar el enrojecimiento facial. Estos procedimientos se realizan en el consultorio de un dermatólogo y suelen requerir varias sesiones para obtener resultados óptimos.
- Medicamentos tópicos, como cremas o geles que contienen ingredientes como la brimonidina, pueden ayudar a reducir el enrojecimiento facial asociado con la cuperosis. Estos medicamentos deben ser recetados por un dermatólogo.
- Medicamentos orales. En casos de cuperosis más graves o cuando la condición está asociada con la rosácea, un dermatólogo puede recetar medicamentos orales, como antibióticos o medicamentos que actúan sobre el sistema vascular.
- Cuidado de la piel. Utilizar productos suaves y no irritantes, evitar ingredientes que puedan empeorar la cuperosis, y usar protector solar diariamente son pasos importantes.
- Dieta saludable. Lo hemos dicho en muchas ocasiones: somos lo que comemos. Por lo que, mantener una dieta equilibrada y rica en antioxidantes puede ayudar a mantener la salud de la piel.