Lo sabes, cada mancha es un mundo, pero una de las más comunes son las manchas solares y sus tipos que salen en la piel. Las manchas solares, también conocidas como manchas de la edad o lentigos solares, son áreas de hiperpigmentación que se desarrollan en la piel debido a la exposición prolongada al sol y al envejecimiento. Estas manchas pueden variar en tamaño, forma y color, y pueden aparecer en diferentes partes del cuerpo expuestas al sol. Hoy te explicamos todo lo que debes saber de ellas y cómo prevenir su aparición.
Tipo de manchas solares
- Lentigos solares. Son manchas planas, redondas u ovales que pueden variar en color desde marrón claro hasta marrón oscuro. Suelen aparecer en áreas expuestas al sol, como la cara, las manos, los brazos y el escote.
- Manchas solares de la edad. Son manchas planas de color marrón claro a oscuro que aparecen en la piel con el tiempo debido a la exposición crónica al sol. A menudo son más grandes que los lentigos solares y pueden tener bordes irregulares.
- Efélides (pecas). Las efélides, comúnmente conocidas como pecas, son pequeñas manchas planas de color marrón claro que suelen aparecer en áreas expuestas al sol, como la cara, los hombros y los brazos. A diferencia de las manchas solares, tienden a ser más pequeñas y pueden aumentar de número durante los meses de verano.
- Melasma. El melasma es una afección cutánea caracterizada por manchas oscuras y difusas que suelen aparecer en áreas de la piel expuestas al sol, como la cara, el cuello y los brazos. Aunque puede ser desencadenado por la exposición al sol, también puede ser influenciado por factores hormonales, como el embarazo o el uso de anticonceptivos orales.
- Léntigos actínicos. Son manchas planas, de color marrón claro a oscuro, que se desarrollan en la piel expuesta al sol, especialmente en personas de piel clara y en áreas que reciben una exposición solar crónica, como la cara, el cuello y las manos. Son un signo de daño solar acumulado y pueden aumentar el riesgo de cáncer de piel.
Cómo prevenir cualquier tipo de mancha
- Protector solar. Es la más fácil y la más eficaz. Aplica protector solar todos los días, incluso en días nublados y durante el invierno. Utiliza un protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30 y reaplícalo cada dos horas, o más frecuentemente si estás sudando o nadando.
- Evita la exposición directa al sol. Trata de evitar la exposición directa al sol durante las horas pico de radiación ultravioleta (UV), que suelen ser entre las 10 a.m. y las 4 p.m. Si necesitas estar al aire libre durante estas horas, busca sombra y usa protector solar y ropa protectora.
- Gafas de sol. Usa gafas de sol con protección UV para proteger tus ojos y la piel alrededor de ellos de los daños causados por el sol. Las gafas de sol de calidad bloquean los rayos UV y reducen el riesgo de desarrollar cataratas y otros problemas oculares.
- Hidratación. Mantén tu piel bien hidratada bebiendo suficiente agua y usando cremas hidratantes adecuadas para tu tipo de piel. Una piel bien hidratada es más resistente al daño solar y a la formación de manchas.
- Antioxidantes. Incorpora antioxidantes en tu dieta y en tu rutina de cuidado de la piel para ayudar a proteger tu piel del daño causado por los radicales libres. Los alimentos ricos en antioxidantes incluyen frutas y verduras coloridas, té verde y aceites vegetales como el aceite de vitamina E.
- Cuidado suave de la piel. Limpia suavemente tu piel con productos suaves y sin fragancia para evitar irritaciones y sensibilidades. Evita frotar o exfoliar en exceso, ya que esto puede dañar la barrera cutánea y aumentar la susceptibilidad a la hiperpigmentación.
- Consultas regulares con un dermatólogo. Realiza consultas regulares con un dermatólogo para detectar y tratar cualquier problema de la piel a tiempo. Un dermatólogo puede recomendarte medidas preventivas adicionales y tratamientos específicos según tus necesidades individuales.