El frío, la lluvia, el viento helado… y, por supuesto, el resfriado de rigor que cada invierno se empeña en hacernos compañía. A estas alturas ya sabemos que no hay look que sobreviva a una nariz irritada y roja (a menos que quieras parecer Rudolf en plena Navidad). El papel de seda, el sonido incesante de los estornudos y esa sensación de piel tirante no ayudan, pero tranquila: tenemos la guía definitiva para que tu piel no sufra más de lo necesario.
Nariz irritada y roja: ¿por qué pasa cuando estamos resfriadas?
Todo empieza con un simple estornudo. Luego, un pañuelo. Luego otro. Luego una montaña de ellos. Y, antes de que te des cuenta, la piel de tu nariz está más sensible que tu corazoncito después de ver una comedia romántica.
El constante roce del pañuelo, el exceso de mucosidad y la sequedad provocada por el frío hacen que la barrera cutánea se debilite. El resultado: enrojecimiento, descamación y esa sensación de quemazón que nadie pidió.
Pero tranquila, porque aquí tienes los mejores consejos y productos para evitar que tu nariz sufra más de la cuenta.
1. Di adiós a los pañuelos de papel rasposos
No todos los pañuelos son iguales. Si vas a estar limpiándote la nariz cada dos minutos, al menos hazlo con los que sean suaves y con bálsamo (los de aloe o camomila son tus nuevos mejores amigos). Y si estás en casa, prueba con toallitas de algodón reutilizables. Tu piel (y el planeta) te lo agradecerán.
2. Hidratar, hidratar y… ¿adivinaste? Hidratar
Tu piel necesita mimos extra, así que es el momento de reforzar la barrera cutánea con productos ultra hidratantes y calmantes. Apunta estos ingredientes clave:
- Pantenol (o vitamina B5): Repara y calma la piel irritada en tiempo récord.
- Centella asiática: Si es lo suficientemente buena para los tigres, es lo suficientemente buena para tu nariz.
- Manteca de karité y aceites naturales: Para nutrir sin obstruir.
3. Olvídate de los exfoliantes y ácidos (por ahora)
Sabemos que adoras tu exfoliante químico, pero este no es el momento. Tu piel necesita suavidad, no más agresiones. Mientras dure el resfriado, evita los ácidos fuertes y opta por rutinas minimalistas y calmantes.
4. Nebulizador facial: tu arma secreta contra la sequedad
Los mocos y la congestión hacen que respiremos más por la boca, lo que seca aún más la piel. Si tienes un humidificador o nebulizador facial, úsalo para devolver la humedad al ambiente y, de paso, a tu cara.
5. El truco nocturno: sleeping mask en la nariz
Si tu nariz está al borde del colapso, prueba a aplicarte una capa gruesa de crema reparadora antes de dormir, como si fuera una mascarilla nocturna. Te despertarás con la piel mucho más calmada.
Sobrevive al invierno sin que tu nariz se resienta
Los resfriados son inevitables, pero la piel irritada no tiene por qué serlo. Con los productos adecuados y un poco de mimo, puedes despedirte del enrojecimiento y la descamación. Así que ya sabes: tápate bien, refuerza tu piel y dile adiós a la nariz de reno.
Ad Category: Primor Fit