A la hora de empezar el gimnasio, puede que se junten muchas emociones. Por un lado, las ganas y la ilusión por el cambio positivo y por otro, la vergüenza de verse en un entorno en el que se es nuevo. No obstante, si la vergüenza está opacando los sentimientos más positivos de este comienzo, te vamos a dar consejos para empezar el gimnasio sin que esto te atormente.
De hecho, deberías darte la enhorabuena por empezar el gimnasio y enfocarte en lo positivo. Desde un físico saludable y con el que estés cómoda/o hasta la producción de endorfinas que elevarán tu estado de ánimo más de lo que te puedas imaginar. No obstante, como te hemos protegido y para echarte un cable si te poner nerviosa/o esta situación, empezamos con los consejos para empezar el gimnasio:
Calienta siempre antes de empezar
Una de las cosas más importantes a recordar cuando toca empezar el gimnasio, es el hecho de calentar antes de empezar cada sesión. Ten en cuenta que lo más importante es cuidar tu cuerpo y ocuparte de no lesionarte. Con el calentamiento te cuidas de que esto no ocurra.
Ánimo con las agujetas
Las agujetas son una de las cosas que más desaniman cuando acabas de empezar el gimnasio. Porque además del esfuerzo que has invertido en hacer ejercicios nuevos e intentar llegar a tus objetivos, después tienes esas agujetas horribles que te duelen cada vez que te mueves, ¡recuerda que se pasan con más ejercicio! y ánimo…
Compra ropa adecuada
No por lo estético, sino por comodidad. Por ejemplo, no es lo mismo practicar spinning que fitness o crossfit, cardio o musculación. Para cada deporte necesitarás ropa y accesorios específicos. Esto lo aprendes en cualquier tienda de deportes. No obstante, es cuestión de lógica: si vas a montar en bici, elige mallas cortas o sin campana por ejemplo. No olvides los guantes si vas a hacer calistenia etc…
Ve poco a poco
Muchas veces al empezar el gimnasio nos marcamos objetivos demasiado altos. Esto es justo lo que provoca agobio y hace que se abandone. Por eso, lo mejor es empezar yendo el rato que toleres y no te agotes demasiado. Y lo mismo con los objetivos físicos, ¡ten en cuenta que tu cuerpo se está adaptando a algo nuevo! Puedes pedirle a las personas que están en el gimnasio que te recomienden ejercicios y frecuencias.
Escoge actividades que te gusten
Uno de los errores que se cometen a la hora de empezar el gimnasio es elegir actividades que no nos gustan. Has de tener en cuenta que se puede estar en forma de distintas formas. Si tu objetivo es mover el cuerpo y generar endorfinas, te pueden servir desde actividades de baile hasta spinning pasando por la sala de máquinas. Si deseas quemar calorías, también, ¡lo importante es que disfrutes! Ya hacemos muchas cosas por obligación a lo largo del día.
No te obsesiones
Es lícito si quieres empezar el gimnasio para verte mejor, pero la obsesión nunca es un buen camino. De hecho la obsesión puede generar estrés y el estrés, cortisol… que afecta directamente a la facilidad de perder peso. Todo se consigue mejor con buena actitud y sin pasarlo mal, sobre todo porque así no se abandona.
No te compares
Compararnos nos pone en un lugar de daño y autosabotaje. Cada persona es única e irrepetible. Pero también tiene unas aptitudes y una belleza única. Así que no olvides amar tu físico tal y como es, aunque busques mejorarlo. Y tampoco olvides que el resto están en un punto o tienen unas facilidades y eso no significa que tú no tengas otras ¡ya las descubrirás!