¿Todavía no sabes qué tipo de piel tienes? Hoy hablamos de la piel normal y de la mejor forma de cuidarla.
A menudo escuchamos a cientos de personas confundidas por el biotipo de su piel y su correcto tratamiento. ¿Qué significa tener piel normal? Este tipo de piel, ¿necesita cuidados específicos? Los cierto es que todos los biotipos cutáneos necesitan cuidados que respondan a necesidades concretas y la piel normal no es la excepción. Para determinar qué tipo de piel tienes, puedes consultar esta completa guía donde perfilamos las características básicas de cada una de ellas.
¿Cuáles son las características de la piel normal?
La piel normal presenta un tono parejo y es suave al tacto. Es tersa y sus poros no son fáciles de observar a simple vista. Esta última característica hace que sea poco frecuente la aparición de granitos y puntos negros. Sus células producen una cantidad adecuada de elementos que permiten mantener una buena hidratación y un equilibrado manto hidrolipídico, elemento fundamental para que la piel se defienda de las agresiones del entorno.
¿Cómo cuidarla?
Los productos hidratantes son la base del cuidado de la piel, junto con la higiene y la fotoprotección. Entre los cuidados de la piel normal, te recomendamos tener en cuenta:
- Cuidarla a diario para que permanezca saludable.
- El cuidado debe buscar lograr una proporción equilibrada de agua y sebo que conlleve a tener una piel flexible, tersa e hidratada.
- Es recomendable limpiar, tonificar e hidratar la piel tanto por la mañana como por la noche.
La higiene cutánea es fundamental para mantener la salud del organismo y de la piel en todos los biotipos cutáneos. Los tónicos, por su parte, ayudan a completar el trabajo de limpieza por su carácter acuoso dejando un efecto refrescante y descongestivo. En cuanto a hidratación, las cremas nutritivas aportan a la piel la cantidad de agua que las células necesitan para realizar sus funciones metabólicas. Son aquellas que conceden a la piel nutrientes que pueden haberse perdido por efecto de la edad o el fotoenvejecimiento y ayudan a restaurar la función de barrera cutánea.
La mejor forma de mantener la piel sana y protegida es seguir estos pasos diarios con constancia y realizar una cuidadosa elección de productos, que contemplen las necesidades de nuestra piel.
¿Qué productos utilizar?
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