Recibir un masaje relajante es todo un lujo, aunque darlo puede ser un acto de amor y cuidado a un ser querido que está estresado o tiene excesivamente cargada una zona de su cuerpo. De hecho, ni siquiera tenemos por qué estar ansiosos o tener dolencias para buscar la relajación con un masaje. Un masaje relajante puede ser también un regalo que nos hacemos para aumentar nuestro bienestar. Dar un masaje relajante en casa es fácil si sabes los pasos que hay que dar.
¿Cómo se realiza un masaje relajante?
Un masaje relajante conlleva una serie de pasos y técnicas que van desde la presión en ciertos puntos del cuerpo, hasta el tacto suave a través de un ritmo más lento. El objetivo del masaje es el que marcará las diferentes técnicas que aplicaremos para que sea realmente un masaje relajante y consiga lo que buscamos.
No es lo mismo un masaje para relajarse y huir un rato del estrés, que uno en el que el objetivo sea tratar una zona del cuerpo que está excesivamente cargada o tensionada, como pueden ser algunos músculos y zonas de la espalda.
A medida que se va recibiendo el masaje y si se hace correctamente, la persona se irá relajando y los dolores que pueda tener en zonas como las lumbares o las cervicales irán disminuyendo. Eso sí, los efectos se notan más cuando acaba el masaje y en las horas y días siguientes.
¿Qué se necesita para dar un masaje relajante?
No es que haya algún elemento o condiciones que sean estrictamente necesarias para poder dar un masaje relajante, aunque hay algunos que facilitan el proceso. Lo primero que es deseable tener es una camilla profesional de masajes, para que la persona que lo recibe esté cómoda pero también lo esté la persona que lo da. También puede usarse rodillos de masaje.
La temperatura también es importante. Si por ejemplo, hace demasiado frío o calor la persona que recibe el masaje no estará cómoda y le será difícil relajarse. También se puede poner música relajante y utilizar aceites vegetales para que los dedos resbalen mejor por la piel o cremas de masaje con efecto de frío o calor según las necesidades.
Cómo dar un masaje relajante: Pasos
- Paso 1. Masajear la cabeza y la cara: de manera sutil ayudará a que la persona se empiece a relajar y se sienta en un entorno cómodo y de confianza. Se puede comenzar usando las yemas de los dedos por detrás de la cabeza y por dentro del pelo, suavemente.
- Paso 2. Masajear el cuello: dependiendo de si hay dolencias en esa zona, se podrá hacer suavemente o presionando para aliviarlas con las yemas de los dedos.
- Paso 3. Masajear la espalda: esta zona es en la que se suele poner mayor atención porque en ocasiones se carga. Cuando esto ocurre, es bueno masajear a conciencia las zonas tensionadas y si hay bolas, deshacerlas con movimientos circulares.
- Paso 4. Masajear los brazos y las piernas: por delante y por detrás después para que la persona sienta la sensación de que no se desatiende ninguna parte del cuerpo.
- Paso 5. Masajear los pies: para finalizar es bueno masajear la planta de los pies sin olvidar los dedos, teniendo en cuenta que están conectados con muchos puntos del cuerpo y que por ello son una parte importante en un masaje relajante.
Los mejores productos para un masaje relajante
Aceite de Masaje Relajante de Arganour
El aceite de masaje relajante a base de aceite esencial de lavanda, proporciona un efecto calmante que te ayudará a eliminar todas las tensiones y molestias, así como el estrés acumulado en el día.
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