Tu estilo personal no solo se refleja en qué prendas escojas, sino también en cómo los complementos juegan un papel fundamental en crear un look con sentido. Es por eso que tus joyas, ese toque final que puede transformar tu look, no deben seleccionarse al azar; y es importante saber combinarlas correctamente con los colores de la ropa para que tu conjunto resalte de la manera más favorecedora. Aunque no existe una fórmula exacta, hay algunas pautas que pueden ayudarte a hacer que tus joyas complementen y eleven tu look. Te contamos en este artículo de Primor qué colores debes combinar con tus joyas para verte siempre elegante sin mayor esfuerzo.
Qué colores debes combinar con tus joyas
1. Colores neutros y joyas en tonos metálicos
Cuando vistes prendas de colores neutros, como blanco, negro, beige, gris o marrón, tienes un lienzo perfecto para jugar con una variedad de joyas. Los tonos metálicos, como el oro, la plata, el platino o el cobre, son una apuesta segura, ya que complementan prácticamente cualquier color. Si llevas un look completamente neutro, puedes optar por joyas más llamativas para darle un toque de sofisticación, como un collar de cadena gruesa dorada o unos pendientes de diamantes. En este caso, las joyas brillantes pueden ser el punto focal de tu atuendo, dándole vida y personalidad sin sobrecargarlo.
Si buscas algo más discreto, unos pequeños pendientes de perlas o una pulsera fina en oro blanco también funcionarán maravillosamente con ropa en tonos neutros. Recuerda que los colores neutros permiten que las joyas brillen sin competir con otras piezas, creando un equilibrio elegante y chic.
2. Colores cálidos y joyas doradas
Los tonos cálidos, como los rojos, naranjas, amarillos y colores tierra (como el terracota o el mostaza), tienen una energía vibrante que puede realzarse con joyas en tonos dorados. El oro es el metal por excelencia cuando se trata de combinarlo con colores cálidos, ya que crea un contraste armonioso y resalta el brillo natural de estos tonos.
Por ejemplo, si decides ponerte un vestido rojo, unos pendientes dorados o una pulsera de oro amarillo añadirán un toque de sofisticación y complementarán la calidez del color. El dorado también es perfecto para prendas de tonos marrones o naranjas, ya que ambos colores tienen una relación cromática que crea una armonía visual muy atractiva. Si no te atreves con piezas grandes, unos anillos sencillos o un collar fino también añadirán el toque necesario sin recargar el look.
3. Colores fríos y joyas plateadas
Los colores fríos, como el azul, verde, morado y el gris, se combinan de forma impecable con joyas en tonos plateados o metálicos más fríos, como el platino. El plateado, al ser un metal más discreto y elegante, complementa perfectamente los colores fríos, creando una sensación de frescura y sofisticación.
Si apuesta por un look en azul marino o verde esmeralda, unos pendientes plateados o un collar delicado en plata pueden aportar un contraste sutil pero efectivo, sin competir con la fuerza del color. También puedes jugar con diferentes tonalidades dentro de la gama plateada, como el rodio o el platino, para añadir diversidad a tu look sin perder la elegancia. Las joyas plateadas combinan a la perfección con los tonos fríos, logrando un conjunto equilibrado y armónico.
4. Colores vibrantes y joyas minimalistas
Cuando llevas colores vibrantes y llamativos, como el fucsia, el verde neón, el azul eléctrico o el naranja brillante, lo ideal es optar por joyas más sencillas y minimalistas. Un atuendo de este tipo suele ser tan fuerte por sí mismo que las joyas recargadas pueden resultar demasiado. En estos casos, lo mejor es elegir piezas finas y discretas, como unos pendientes pequeños de oro blanco o una cadena delgada con un solo colgante.
También puedes optar por joyas en tonos neutros, como el blanco, negro o plata, que complementen el color vibrante sin robarle protagonismo. En resumen, cuando llevas colores intensos, las joyas deben ser un complemento sutil, no una distracción.