Todas hablan de exfoliar la piel después del verano, pero ¿es bueno hacerlo? Según los expertos, sí, es una práctica muy beneficiosa, ya que durante esta estación la piel suele estar más expuesta al sol, al agua de mar o piscinas, y al uso de protectores solares, generando acumulación de células muertas, deshidratación y textura áspera en la piel. Por lo que, tiene muchos beneficios, aunque hay que saber hacerlo, claro. Te contamos el paso a paso y todos los beneficios de exfoliar la piel en verano.
Beneficios de exfoliar la piel tras el verano
- Elimina células muertas. La exposición solar incrementa la renovación celular, pero las células muertas se acumulan en la superficie de la piel. Exfoliar permite eliminarlas, dejando la piel más suave y luminosa.
- Mejora la textura. Tras el verano, la piel se vuelve áspera debido a la sequedad o la exposición prolongada al sol. Exfoliar ayuda a suavizar la textura, dejándola más uniforme y sedosa.
- Aclara manchas solares. La exposición solar suele provocar la aparición de manchas o hiperpigmentación. La exfoliación, especialmente con productos que incluyan ingredientes como los alfahidroxiácidos (AHA) o el ácido glicólico, puede ayudar a reducir su visibilidad, favoreciendo un tono más uniforme.
- Promueve la regeneración celular. Al eliminar la capa superficial de células muertas, se estimula la regeneración celular, lo que favorece una piel más fresca y joven.
- Aumenta la absorción de productos hidratantes. Con una piel limpia y sin células muertas que obstruyan los poros, los productos hidratantes y nutritivos penetran mejor y son más eficaces.
- Previene la obstrucción de los poros. El sudor, el protector solar y otros productos pueden obstruir los poros durante el verano, lo que provoca la aparición de puntos negros o granos. La exfoliación regular ayuda a mantener los poros limpios.
- Estimula la circulación. La exfoliación suave promueve la microcirculación, lo que contribuye a una piel más saludable y radiante.
Cómo exfoliar la piel correctamente después del verano
- Escoge el exfoliante adecuado. Existen exfoliantes físicos y químicos. Los físicos contienen partículas que arrastran las células muertas (como azúcar o microesferas), mientras que los exfoliantes químicos usan ingredientes como ácidos (AHA, BHA) o enzimas para disolver las células muertas sin fricción.
- Exfoliantes físicos. Mejor para pieles normales o grasas, pero se deben evitar si tienes piel sensible.
- Exfoliantes químicos. Son más suaves y adecuados para pieles sensibles o secas.
- La frecuencia es importante. Tras el verano, la piel puede estar más sensible, por lo que es recomendable exfoliarse de 1 a 2 veces por semana. Las pieles más grasas pueden tolerar con más frecuencia, pero es importante no excederse para evitar irritaciones o dañar la barrera cutánea.
- Hidratar siempre después. La exfoliación suele resecar un poco la piel, por lo que es fundamental aplicar una crema hidratante o un sérum después para restaurar la humedad y proteger la piel.
- Evita exfoliar de forma excesiva. Un error común es exfoliar la piel en exceso, lo que puede dañarla y causar irritaciones. Escoge productos suaves y no frotes con demasiada fuerza.
- Aplicar protector solar. Después de exfoliar, la piel está más sensible a los rayos UV. Es esencial usar protector solar para evitar que las manchas o los daños solares empeoren.
- Tu cuerpo también debe exfoliarse. No olvides exfoliar también el cuerpo, especialmente áreas como los codos, las rodillas y los talones, que suelen resecarse más tras el verano.
- Cuidado especial para el rostro. Para el rostro, opta por productos específicos más suaves que los corporales, ya que la piel facial es más delicada.
Qué ingredientes se recomiendan
- Ácidos alfahidroxiácidos (AHA), como el ácido glicólico o láctico, que ayudan a renovar la superficie de la piel.
- Ácido salicílico (BHA). Es ideal para pieles con tendencia a los poros obstruidos o acné.
- Enzimas de frutas, como la papaya o la piña, que exfolian de manera suave sin irritar.