La fibra es un componente que se encuentra en los alimentos vegetales y que nuestro cuerpo no puede digerir ni absorber por sí mismo. Sin embargo, posee numerosos beneficios para nuestro organismo.
La fibra va de la mano con un integrante particular de nuestro tracto digestivo: la flora intestinal o microbiota. Esta está compuesta de una infinidad de microorganismos que habitan principalmente en nuestro intestino grueso y cuya función principal es la de ayudar a la digestión de ciertos compuestos que nuestro cuerpo no es capaz de digerir, como es la fibra. Además, nos proporcionan sustancias que sí podemos absorber.
Explicada la relación entre fibra y microbiota, ahora hablaremos de los distintos tipos de fibra y sus funciones. Existen dos tipos de fibra: la insoluble y la soluble. Esto se refiere a si son solubles o no en agua, y cada una tiene una propiedad concreta.
1- La insoluble acelera el tránsito o la velocidad a la que pasan las heces por el tracto digestivo y no se fermenta. Esta fibra está recomendada para casos de estreñimiento o tránsito lento. Sus fuentes principales son las semillas, el salvado de los cereales, frutos secos y legumbres.
2-La soluble se mezcla con el agua creando un gel que ralentiza el tránsito intestinal, a la vez que protege las paredes de nuestros intestinos, reduciendo la absorción de sustancias como el azúcar, grasa y otras sustancias tóxicas. Esta fibra está recomendada para casos de deposiciones muy frecuentes y líquidas. Es muy fermentable y es el principal alimento de nuestra flora intestinal. Sus fuentes principales son las frutas, verduras, cereales y legumbres.
Los beneficios para la pérdida de peso que nos ofrece la fibra son, por tanto:
- En casos de estreñimiento, nos ayudarán a ir al baño con más regularidad, haciéndonos estar menos hinchadas.
- La fibra soluble, al captar tanta agua, ocupará más espacio en nuestro estómago, haciéndonos sentir más saciadas. Por lo tanto, consumiremos menos comida. Por eso es recomendable beber mucha agua con el consumo de fibra; para conseguir estos beneficios.
- Ayudan a reducir la absorción de colesterol y el exceso de azúcar, impidiendo que se acumule en forma de grasa y utilizando las reservas del organismo.
- Alimentan a la microbiota, haciendo que tras las comidas se produzcan menos gases, disminuyendo la hinchazón
- Al acelerar el tránsito o captar agua ayudamos también a disminuir la retención de líquidos.
Como hemos podido ver la fibra es un componente esencial para nuestro cuerpo, que nos ayuda a estar y a sentirnos bien. Sin embargo, demasiada fibra puede causar el efecto contrario. Por eso, siempre sigue el consejo de un nutricionista o de tu médico de confianza, tu cuerpo lo agradecerá.
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