¿Sabes exactamente qué es la astenia primaveral? La astenia primaveral se trata de ese bajón, esa falta de energía provocada por un trastorno adaptativo al cambiar de estación. Básicamente, es esa sensación tan rara que se apodera de ti cada primavera y cuyo nombre no sabías hasta hoy.
De hecho, es algo bastante común, y es que afecta a una de cada diez personas, especialmente mujeres, niños y personas mayores. Algunos de los síntomas más visibles y notorios de la astenia primaveral son el cansancio, la fatiga, la somnolencia, la irritabilidad o los problemas de concentración, aunque puede verse otros como la falta de motivación o la pérdida de apetito. Pero que no cunda el pánico: no es grave. No estamos ante una enfermedad sino ante una situación transitoria. Se trata de un trastorno adaptativo.
Causas de la astenia primaveral
Las causas y motivos de este trastorno son muy variadas, influyendo desde los cambios de horario, de temperatura y de horas de luz. Estos cambios bajan las betaendorfinas afectando a nuestro estado de ánimo.
No obstante, hay que destacar que no existen estudios científicos que lo vinculen directamente con la primavera como causa. Si bien es cierto que al cambiar de estación hay una serie de cambios en el ritmo orgánico de las personas que parecen causar este cuadro patológico.
¿Cuánto dura la astenia primaveral?
Este trastorno adaptativo es temporal, por lo que no hay de qué preocuparse. Habrá que acudir a cada caso en concreto, si bien es cierto que suele durar aproximadamente una semana (lo que el cuerpo tarda en acostumbrarse al nuevo biorritmo), puede haber casos de astenia primaveral que duren hasta dos semanas. Y es que cada cuerpo y cada metabolismo es un mundo.
¿Hay que medicarse para recuperarse de la astenia primaveral?
No se trata de una enfermedad, por lo que no es necesario un tratamiento farmacológico ni asistir a la consulta del médico. Simplemente, hay que esperar a que el cuerpo se adapte al nuevo ritmo. Si se quiere se puede recurrir a suplementos alimenticios naturales que ayuden a tener mayor energía y vitalidad siempre que se elija uno y no se abuse.
¿Existen cuadros graves?
La astenia puede estar vinculada con enfermedades más graves, siendo el cansancio una muestra de ellas. Por ello, habrá que atender al resto de síntomas que puedan verse vinculados, como palidez, anemia o fiebre. Otro dato a tener en cuenta será la duración, si dura más de dos semanas puede que estemos ante un cuadro de astenia grave. En el caso de que pasen dos o tres semanas o llegue al mes y sigas sintiendo astenia primaveral es bueno que acudas a tu médico para hacerte un chequeo y unos análisis.
Cómo combatir la astenia primaveral
Hidrátate
La llegada de la primavera supone también el incremento de las temperaturas y con ello un aumento de la sudoración. Esto implica una pérdida de líquido vinculada a cuadros de cansancio. Por lo tanto, el primer paso para combatir la astenia es hidratarse a tope. Por ello, tu mejor amiga pasará a ser la botella de agua.
Cuida tu alimentación
Una buena equilibrada, rica en minerales y vitaminas en la que se vean representados todos los grupos de alimentos es fundamental. Escoge comida rica en antioxidantes y alimentos que aportan energía al organismo. Los frutos rojos, los frutos secos, el aguacate, el plátano, las verduras de hoja verde o las fresas deben ser tenidos en cuenta. Eso sí, olvídate de inflarte a complementos vitamínicos a no ser que te los recomiende el médico. La automedicación nunca es buena y si tu dieta es la adecuada no se necesita un aporte vitamínico extra.
Descansa
Dormir ocho horas diarias es una utopía, pero hay que intentarlo. Nada es más eficaz que descansar. Un descanso de calidad nos ayudará a combatir este trastorno adaptativo, haciendo que sea mucho más llevadero.
Mantener la rutina de sueño es crucial para luchar contra la astenia primaveral. Este trastorno afecta a la secreción de melatonina (la hormona que induce el sueño) por lo que se pueden ocasionar alteraciones del sueño haciendo que el descanso no sea todo lo reparador que debería. Para evitarlo, se recomienda mantener el número de horas de sueño, generando así una rutina. Otros trucos que pueden funcionar son cenar al menos dos o tres horas antes de acostarse, meterse en la cama justo cuando te vayas a dormir y bajar las persianas para evitar la luz (que dado que es primavera cada vez habrá más).
Haz ejercicio
Practicar 30 minutos de deporte al día activa el organismo, estimulando la producción de serotonina. Si el deporte se practica en compañía y al aire libre, los efectos se multiplican.
Di adiós a las bebidas excitantes
Combatir el cansancio con cafeína, té o bebidas energéticas, al contrario de lo que pueda parecer, no es nada beneficioso para este cuadro sintomático. Sustitúyelo por agua para una hidratación óptima. Y, por supuesto, nada de alcohol.
Intenta tomar el sol
Aprovechando que hay más horas de luz al día, tomar el sol estimulará la producción de la vitamina D de la piel, mejorando el estado de ánimo, la calidad del sueño y favoreciendo la circulación sanguínea. La excusa perfecta para compartir tiempo al aire libre. Eso si, no olvides usar protector solar.
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