Lo sabemos, los callos son como los granos, siempre salen cuando menos te lo esperas y en el momento menos oportuno, pero es importante prestarles atención. Sobre todo, si lo que buscas es quitar un callo del pie de raíz.
Los callos son una forma natural de protección que la piel crea para defenderse contra la presión excesiva o la fricción. Generalmente, se desarrollan en las áreas de mayor peso o tensión en los pies, como la planta o los lados. La piel reacciona engrosándose y formando una capa protectora para evitar lesiones más profundas. Lo ideal es que los quite un podólogo o especialista, pero hoy te enseñamos algunos trucos.
Cómo quitar un callo del pie de raíz
Los callos en los pies suelen formarse como una respuesta natural de la piel a la presión o fricción repetitiva. Eliminar un callo en la raíz puede ser un poco más complicado y, en algunos casos, puede requerir la ayuda de un profesional médico, como un podólogo, para abordarlo de manera efectiva y segura. Algunos trucos que puedes probar son:
- Remojo en agua tibia. Remoja tus pies en agua tibia durante al menos 10-15 minutos para suavizar la piel. Esto puede hacer que el callo sea más fácil de tratar.
- Lima o piedra pómez. Con la piel aún húmeda, usa una piedra pómez o una lima especial para pies para suavizar y exfoliar suavemente la piel que rodea el callo. Esto puede ayudar a reducir la dureza y grosor del callo.
- Productos de ablandamiento. Utiliza cremas o geles específicos para callos que contengan ácido salicílico para ayudar a ablandar la piel endurecida.
- Protectores para reducir la fricción. Una vez que hayas tratado el callo, es importante reducir la fricción o la presión en esa área para prevenir su reaparición. Puedes usar protectores de gel o almohadillas especiales para los pies que alivien la presión sobre el callo.
- Consulta a un especialista. Si el callo es persistente, doloroso o parece tener raíces más profundas, es recomendable buscar la ayuda de un podólogo o un médico. Ellos podrán eliminar el callo de manera más efectiva y segura, evitando lesiones o infecciones.
Eso sí, evita intentar cortar o raspar excesivamente los callos en casa, ya que esto podría causar lesiones o infecciones. Es crucial abordar los problemas de los pies con cuidado para evitar complicaciones.
¿Cómo quitar callos de la planta del pie en casa?
Volvemos a lo mismo: lo idóneo sería que lo quitara un especialista, pero algunos trucos que puedes seguir son:
- Remojo en agua tibia. Remoja tus pies en agua tibia durante 10-15 minutos para suavizar la piel y reducir la dureza del callo.
- Exfoliación suave. Después del remojo, usa una piedra pómez o una lima para pies para exfoliar suavemente la piel endurecida alrededor del callo. Hazlo con movimientos suaves para evitar dañar la piel sana.
- Productos de ablandamiento. Aplica regularmente una crema o gel específico para callos que contenga ácido salicílico. Estos productos ayudan a suavizar la piel dura del callo.
- Almohadillas o protectores. Usa almohadillas especiales para reducir la presión sobre el callo y así disminuir la fricción. Estos protectores pueden ayudar a aliviar la incomodidad mientras tratas el callo.
- Calzado adecuado. Utiliza zapatos cómodos y que no causen fricción en la zona afectada para prevenir la formación de nuevos callos.
Es importante ser paciente, ya que puede llevar tiempo y varias aplicaciones para que el callo se ablande lo suficiente como para poder tratarlo efectivamente.
Si el callo es particularmente grande, doloroso o no responde a los tratamientos caseros, es recomendable buscar la asistencia de un podólogo. Insistimos: intentar quitar un callo muy profundo por uno mismo puede resultar en lesiones o infecciones, por lo que es fundamental tomar precauciones y, en caso de duda, buscar asesoramiento profesional.
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