Solo de pensarlo nos entran escalofríos, acné. Antiguamente solo los adolescentes lo tenían. Era muy raro hablar de acné adulto o de afecciones que no vinieran causadas por alguna enfermedad o tratamiento. Sin embargo, nuestro contexto se ha vuelto muy exigente y factores como la polución, la presencia de los radicales libres o el uso de productos inadecuados para nuestro tipo de piel ha desencadenado la aparición de miles de tipos de acné, uno de los más famosos es el acné fúngico.
Qué es el acné fúngico
El acné fúngico, también conocido como acné por hongos o foliculitis por Malassezia, es una afección de la piel que se caracteriza por la presencia de pequeñas espinillas, granos o pústulas en áreas específicas de la piel, como la cara, el pecho y la espalda. A diferencia del acné común, que es causado principalmente por la obstrucción de los folículos pilosos debido al exceso de grasa y células muertas de la piel, el acné fúngico es provocado por una infección por hongos llamados Malassezia.
¿Por qué sale?
Como os decíamos, el acné fúngico es causado por una proliferación excesiva de hongos del género Malassezia en los folículos pilosos de la piel. Estos hongos son microorganismos comunes que normalmente habitan en la superficie de la piel de muchas personas sin causar problemas. Sin embargo, en algunas circunstancias, los Malassezia pueden multiplicarse en exceso y desencadenar una reacción inflamatoria en los folículos pilosos, lo que resulta en la aparición de pequeñas espinillas, granos o pústulas. Algunos de los factores más famosos que podrían contribuir a su desarrollo son:
- Clima cálido y húmedo. Los hongos Malassezia tienden a prosperar en ambientes cálidos y húmedos. Por lo tanto, las personas que viven en áreas con estas condiciones climáticas pueden ser más propensas a desarrollar acné fúngico.
- Uso de productos para el cuidado de la piel, como los aceites y los emolientes, pueden proporcionar un ambiente propicio para el crecimiento de los hongos. Si se usan en exceso o de manera inapropiada, pueden contribuir al desarrollo del acné fúngico.
- Uso prolongado de antibióticos, ya sea tópicos o sistémicos, puede alterar el equilibrio microbiano en la piel y favorecer el crecimiento de hongos como Malassezia. Esto puede ocurrir cuando los antibióticos eliminan las bacterias beneficiosas que normalmente mantienen a raya a los hongos.
- El sistema inmunológico debilitado o comprometido puede hacer que una persona sea más susceptible a infecciones fúngicas, incluido el acné fúngico.
Cómo eliminarlo
En este caso, no es tan sencillo, y que seas consciente es el principio. Nuestro consejo es que acudas a un experto para que examine tu caso de cerca y halle la mejor solución y tratamiento. Lo que se debe hacer es abordar la proliferación de hongos Malassezia en la piel y tratar la inflamación asociada con esta afección. Por tanto, los pasos que deberías seguir, sumados a la paciencia y la constancia son:
- Consulta a un dermatólogo. Si sospechas que tienes acné fúngico o experimentas síntomas similares, lo primero que debes hacer es consultar a un dermatólogo o profesional de la salud de la piel. Un diagnóstico adecuado es esencial para asegurarse de que estás tratando la afección correcta.
- Medicamentos antifúngicos tópicos. El tratamiento principal para el acné fúngico suele ser la aplicación de medicamentos antifúngicos tópicos. Estos pueden incluir cremas, lociones o geles que contienen ingredientes como ketoconazol, ciclopirox, clotrimazol o sulfuro de selenio. Sigue las instrucciones de tu dermatólogo para la aplicación adecuada de estos productos.
- Limpieza suave de la piel. Utiliza un limpiador suave y sin jabón para lavar tu piel afectada dos veces al día. Evita los productos que contienen aceites o emolientes, ya que pueden favorecer el crecimiento de hongos.
- Evita la humedad excesiva. Mantén la piel seca y evita la humedad excesiva, especialmente en áreas propensas al acné fúngico. Esto puede incluir secar el sudor después del ejercicio y evitar la ropa ajustada que retiene la humedad.
- Revisa tus productos para el cuidado de la piel y maquillaje. Algunos productos cosméticos pueden empeorar el acné fúngico. Verifica los ingredientes de tus productos para el cuidado de la piel y maquillaje y evita aquellos que contienen aceites o ingredientes comedogénicos.
- Cambia las toallas y la ropa de cama regularmente. Asegúrate de cambiar las toallas de mano y la ropa de cama regularmente para evitar la propagación de hongos y bacterias.
- Modifica tu dieta. Algunas personas han encontrado que reducir el consumo de azúcar y carbohidratos refinados en su dieta puede ayudar a controlar el acné fúngico. Consulta con un profesional de la salud o un nutricionista antes de realizar cambios importantes en tu dieta.