Sabemos lo que pasa: vas dejando pasar la cita en la peluquería porque no encuentras el momento, pero cada vez que te miras las puntas… duele un poquito. Están abiertas, sin forma, apagadas. Y lo peor: el pelo parece que no crece. Tranquila, no eres la única. A todas nos ha pasado. Pero antes de coger las tijeras con impulso impulsivo (y un poco de miedo), respira hondo: sí, puedes sanear tu pelo en casa sin hacer un desastre. Solo necesitas las herramientas adecuadas, un poco de paciencia y esta guía. Spoiler: tu melena te lo va a agradecer.
Por qué es importante cortar las puntas
Cortarse las puntas no es un capricho estético: es una necesidad. Las puntas abiertas no solo hacen que el pelo se vea más encrespado y sin vida, también impiden que el cabello crezca de forma saludable. Cuando no saneamos con frecuencia, las puntas dañadas se abren más arriba y terminan debilitando el largo completo. El resultado: tienes que cortar más de lo que querías, y esa melena larga soñada se sigue resistiendo.
Además, las puntas abiertas son expertas en camuflarse. A veces parecen estar bien, pero si las observas de cerca, verás pequeñas bifurcaciones o sensación áspera al tacto. Ahí está la señal: necesitan un corte.
Cada cuánto debes cortar las puntas
La respuesta rápida: depende de tu tipo de cabello, de cuánto lo maltrates (planchas, tintes, decoloraciones, sol...) y del acabado que buscas. Pero, como norma general, cada 2 o 3 meses es lo ideal. Si estás dejando crecer tu pelo, puedes alargarlo hasta los 4 meses, siempre y cuando mantengas una rutina de hidratación intensiva.
Una buena idea es observar: si tu melena ha perdido forma, las puntas están deshilachadas o el peine no desliza con facilidad, es hora de coger las tijeras. Y si quieres mantener un corte definido (como un bob o una melena recta), lo recomendable es retocar cada mes y medio.
Cómo cortarse las puntas en casa (sin drama)
Primero, invierte en unas tijeras de peluquería. Nada de usar las de manualidades o cocina. Las tijeras sin filo pueden romper la fibra capilar y hacer más daño que bien.
Paso a paso:
- Lava y seca tu pelo. Puedes cortarlo en húmedo si estás más cómoda, pero en seco verás mejor el resultado final, sobre todo si tienes ondas o rizos.
- Desenreda y divide el cabello en cuatro secciones: dos delanteras y dos traseras. Usa pinzas para fijarlas.
- Toma mechones finos y baja las manos hasta la punta. Si ves transparencias o puntas abiertas, corta solo lo necesario: entre medio y dos centímetros. Siempre en línea recta y con cuidado.
- No intentes “cambiarte el look” si no tienes experiencia. Esto va de sanear, no de improvisar.
- Una vez cortado todo el cabello, revísalo frente al espejo. Si quieres, puedes pasar las tijeras por mechones torcidos (twist cut) para repasar y eliminar puntas invisibles.
El plus: cuida tus puntas entre cortes
No basta con cortarlas. Para que las puntas se mantengan sanas y bonitas durante más tiempo, incorpora a tu rutina productos como aceites capilares, sérums selladores y mascarillas nutritivas. Y si usas herramientas térmicas, no olvides el protector de calor.
En Primor encontrarás un amplio abanico de opciones para el cabello, desde aceites de argán hasta cremas sin aclarado y tijeras profesionales para hacerlo en casa con seguridad. Porque cuidar tu melena también es mimarte, y no necesitas una peluquería para darte ese momento beauty.