Es posible que hayas oído hablar de ella, y si no lo has hecho, deberías, porque la hiperhidrosis facial está a la orden del día, por ser una condición que puede resultar incómoda y afectar la autoestima. No obstante, existen diversas opciones para manejarla, desde tratamientos médicos hasta ajustes en el estilo de vida. Te contamos en este artículo de Primor qué es exactamente la hiperhidrosis facial y cómo puedes tratarla o incluso evitar sus síntomas.
Qué es la hiperhidrosis facial
La hiperhidrosis facial es una condición médica que se caracteriza por la sudoración excesiva en la zona de la cara y la cabeza (a veces también el cuello). Este tipo de sudoración no está relacionada con el ejercicio, el calor o el estrés típicos, sino que ocurre de manera espontánea e incontrolada, lo que puede generar incomodidad y afectar la calidad de vida de quienes la padecen.
¿Cómo puedes evitarla o controlarla?
Sentimos decirte que no existe una cura definitiva para la hiperhidrosis facial, PERO hay una variedad de tratamientos que pueden ayudar a reducir y controlar los síntomas:
Tratamientos tópicos
- Antitranspirantes tópicos. Los antitranspirantes que contienen cloruro de aluminio (en concentraciones más altas que los desodorantes normales) pueden aplicarse en la cara bajo la supervisión de un dermatólogo. Aunque son más comúnmente usados para las axilas, pueden ayudar a reducir la sudoración facial.
- Toallitas de glicopirronia. Son toallitas medicadas que contienen anticolinérgicos para inhibir la activación de las glándulas sudoríparas y se pueden aplicar en las áreas afectadas.
Medicamentos orales
- Anticolinérgicos. Medicamentos como la oxibutinina o la glicopirrolato reducen la actividad de las glándulas sudoríparas, lo que disminuye la producción de sudor. Sin embargo, pueden tener efectos secundarios como sequedad en la boca o visión borrosa.
- Betabloqueantes o benzodiazepinas. Estos medicamentos son útiles si el sudor está relacionado con el estrés o la ansiedad, ya que ayudan a controlar la respuesta del cuerpo ante situaciones de estrés.
Inyecciones de toxina botulínica
Se habla mucho de ello, y la verdad es que el bótox es una opción aprobada para tratar la hiperhidrosis, incluida la facial. Funciona bloqueando temporalmente los nervios que activan las glándulas sudoríparas, reduciendo la producción de sudor en las áreas inyectadas. Los efectos duran entre 4 y 6 meses, tras lo cual puede ser necesario repetir el tratamiento.
Iontoforesis
Aunque se usa más comúnmente para las manos y los pies, este tratamiento implica el uso de corrientes eléctricas suaves para disminuir temporalmente la actividad de las glándulas sudoríparas. En algunos casos, se puede aplicar en el área facial.
Simpatotomía torácica endoscópica (ETS)
Este procedimiento quirúrgico es una opción en casos extremos. Implica cortar o cauterizar los nervios simpáticos responsables de la sudoración excesiva. Sin embargo, es una opción de último recurso debido a los posibles efectos secundarios, como la sudoración compensatoria (aumento de sudoración en otras áreas del cuerpo).
Terapias láser
En algunos casos, los tratamientos con láser también pueden reducir las glándulas sudoríparas de forma permanente, disminuyendo la cantidad de sudor en áreas específicas, incluida la cara.
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