Hay diferentes tipos de tetinas para distintas necesidades. Desde el material hasta el flujo que permiten, los tipos de tetinas a elegir para tu bebé dependen de varios factores. Hoy te contamos los tipos de tetinas que hay para que escojas la que es perfecta para tu bebé. Según la edad que tenga el bebé y otras particularidades de la lactancia, se han diseñado tetinas que imiten lo mejor posible lo que sería un pecho materno. Empezamos con las distinciones para que puedas determinar cuál escoger o, incluso, quizás prefieras hacerte con más de una para diferentes necesidades.
Tipos de tetinas según el material y la forma
La primera distinción que vamos a hacer en cuanto a los tipos de tetinas, es según la forma y el material del que están hechas. Son estas:
- Tetinas de látex: son inodoras, insípidas y suelen ser más sencillas de limpiar. Esto hace que muchas personas las elijan como opción.
- Tetinas de silicona: son preferidas por otros papás porque son más suaves y suelen imitar mejor el pecho materno. Lo que ocurre es que duran menos que las anteriores y se suelen desgastar y coger olores. En cuanto al aspecto, son amarillentas o marrones.
- Tetinas anatómicas: fabricadas para que se adapten mejor a la boca del bebé, ya que simulan la succión natural del pecho.
- Tetinas ortodónticas: están diseñadas, como su propio nombre indica, pensando en el desarrollo de la ortodoncia del bebé. Comprenden para ello que se cubran las necesidades de desarrollo del paladar, la lengua y los dientes.
- Tetinas redondas: es la forma más común y también se asemeja al pezón materno. Suele ser adaptable a las necesidades de casi todos los bebés a nivel anatómico.
Tipos de tetinas según el flujo y otras necesidades
Por otro lado, tenemos una clasificación de tipos de tetinas según necesidades de los bebés como las de flujo lento, que son para los recién nacidos por su capacidad para mamar o las tetinas anticólicos para los bebés propensos a este problema. Estos son los tipos de tetinas según las necesidades de cada bebé:
- De flujo lento: hechas para recién nacidos o bebés prematuros. Este tipo de tetinas evitan que el bebé se atragante, ya que un recién nacido tiene una la necesidad de mamar succionando pequeñas cantidades de leche.
- De flujo medio: perfectas para bebés de entre tres y seis meses. No obstante, en algunos casos el desarrollo de cada bebé es distinto y estas tetinas se suelen necesitar cuando el bebé ya succiona con más fuerza, independientemente de la edad que tenga.
- De flujo rápido: estas sí que son para bebés mayores y están indicadas para aquellos que ya empiezan a comer purés o papillas y algunos sólidos.
- De flujo variable: con las que se puede ajustar la cantidad de líquido que sale del biberón simplemente girando la tetina. Estas son recomendables por su versatilidad, aunque las otras son más específicas.
- Tetinas anticólicos: que suelen estar pensadas para solucionar este problema específico que afecta más a algunos bebés que a otros. Están diseñadas normalmente con válvulas o sistemas especiales para evitar que el bebé tome demasiado aire mientras succiona. Es por ello que evitan los cólicos en gran medida.
- Tetinas para líquidos espesos: para niños/as más grandes que ya toman batidos de frutas, cereales o papillas. En este caso el agujero es más grande para que los líquidos más espesos fluyan sin problema.
- Tetinas con más de un agujero: en los casos en los que los bebés succionan con fuerza o son más mayores, también existe la opción de elegir este tipo de tetinas para que el flujo de la leche sea más intenso.