Temidas por las mujeres que sobrepasan la barrera de los 50, las patas de gallo son arrugas finas que aparecen en las esquinas externas de los ojos. Son un tipo común de líneas de expresión que se desarrollan con la edad y son una parte natural del proceso de envejecimiento, tanto en hombres como en mujeres. No obstante, para saber cuál es el mejor tratamiento, conviene tener muy claro qué son, por qué aparecen y cómo puedes evitarlas.
Qué son las patas de gallo
Las patas de gallo son arrugas finas que aparecen alrededor de los ojos. Su nombre proviene de la forma que adoptan, similar a las huellas dejadas por las patas de un gallo. Estas arrugas son un signo común de envejecimiento y pueden ser causadas por varios factores. A veces, por varios.
Por qué aparecen
Depende, pero algunos de los motivos más comunes son:
- Expresión facial. Las contracciones repetidas de los músculos alrededor de los ojos, como al sonreír o fruncir el ceño, suele llevar a la formación de patas de gallo. No tienes que dejar de hacerlo, pero es algo que pasa.
- Exposición al sol. La radiación ultravioleta del sol suele dañar la piel y acelerar el proceso de envejecimiento, resultando en arrugas, incluida las patas de gallo.
- Disminución de colágeno y elastina. Con el tiempo, la producción de colágeno y elastina, proteínas que mantienen la piel firme y elástica, disminuye, lo que contribuye a la formación de estas arrugas.
- Factores genéticos. La predisposición genética también juega un papel en la aparición de patas de gallo, como en todo la verdad. Y contra la genética no podemos hacer nada.
- Estilo de vida. Hábitos como fumar, la falta de sueño, una dieta poco saludable y la falta de hidratación favorecen la aparición de arrugas.
Cómo prevenir y tratar las patas de gallo
- Protección solar. Usa protector solar con un alto factor de protección (SPF 30 o más) todos los días, incluso en días nublados.
- Hidratación. Mantén la piel bien hidratada utilizando cremas hidratantes específicas para la zona de los ojos. Ingredientes como el ácido hialurónico, la vitamina C y el retinol pueden ser beneficiosos.
- Evitar gestos repetitivos. Trata de no fruncir el ceño o entrecerrar los ojos repetidamente, ya que estos gestos pueden contribuir a la formación de arrugas. Es algo que no se puede evitar, pero con el ceño fruncido tenemos un problema.
- No fumar. Fumar acelera el envejecimiento de la piel y contribuye a la formación de arrugas. Es un hábito nocivo, así que, es el momento.
- Dieta saludable. Somos lo que comemos, así que, consume una dieta rica en antioxidantes, vitaminas y minerales. Frutas y verduras, especialmente aquellas ricas en vitamina C y E, pueden ayudar a mantener la piel saludable.
- Hidratación interna. Bebe suficiente agua para mantener la piel hidratada desde dentro.
- Las horas de sueño. Asegúrate de dormir lo suficiente y en una posición que no comprima tu rostro contra la almohada, con el fin de no contribuir a la formación de arrugas.
- Productos antiarrugas. Usa productos que contengan ingredientes activos como retinoides, péptidos y antioxidantes que pueden ayudar a prevenir y reducir las arrugas.
- Tratamientos dermatológicos, como el láser, los peelings químicos y las inyecciones de Botox o rellenos te ayudarán si lo que buscas son tratamientos más avanzados.
- Cuidado adecuado de los ojos. Sé gentil al desmaquillarte y evita frotar los ojos con fuerza. Usa productos desmaquillantes suaves y específicos para la zona ocular.