Lo sabemos, el acné es lo peor. Pero hay muchos tipos de acné, y saber identificarlo es crucial para poder atacarlo y combatirlo de la mejor forma posible. No es lo mismo el acné vulgar que el acné corporal. Hoy hablamos del acné hormonal: qué es, por qué sale y, lo más importante, cómo podemos eliminarlo.
Qué es el acné hormonal
El acné hormonal es una condición común que afecta principalmente a mujeres durante períodos de cambios hormonales significativos, como la pubertad, el embarazo, el ciclo menstrual y la menopausia. Su causa principal son las fluctuaciones en los niveles de hormonas, especialmente los andrógenos como la testosterona, que estimulan la producción de sebo en la piel y pueden obstruir los poros, provocando la aparición de granos y espinillas.
Por qué sale
Una cosa es tener claro la definición, pero otra muy diferente saber la causa, porque estas alteraciones vienen infundidas por motivos, a veces, combinados.
- Fluctuaciones hormonales. Durante el ciclo menstrual, las fluctuaciones de estrógeno y progesterona desencadenan un aumento de la producción de sebo.
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP). En casos más severos, el acné hormonal puede estar relacionado con condiciones como el síndrome de ovario poliquístico, donde los niveles de andrógenos son crónicamente elevados.
- Embarazo. Durante el embarazo, los cambios hormonales desencadenan el acné debido a aumentos en la producción de ciertas hormonas.
Cómo prevenir y eliminar este tipo de acné
- Limpieza suave, pero eficaz. Lava tu rostro dos veces al día con un limpiador suave formulado para pieles propensas al acné. Evita los limpiadores abrasivos que pueden irritar la piel.
- Productos no comedogénicos. Utiliza productos para el cuidado de la piel etiquetados como "no comedogénicos", que no obstruyan los poros y ayuden a reducir la acumulación de sebo.
- Hidratación adecuada. Aunque es importante controlar la producción de sebo, también es esencial mantener la piel hidratada con una crema facial ligera y libre de aceites.
- Evita tocar o exprimir los granos. Manipular los granos puede empeorar la inflamación y aumentar el riesgo de cicatrices. Mantén las manos alejadas de tu rostro tanto como sea posible.
- Tratamientos tópicos específicos. Considera el uso de tratamientos tópicos que contengan ingredientes como peróxido de benzoilo, ácido salicílico o ácido glicólico para ayudar a controlar el acné y prevenir la obstrucción de los poros.
- Consultar a un dermatólogo. Si el acné hormonal es persistente o severo, consulta a un dermatólogo. Pueden recomendar tratamientos específicos como anticonceptivos hormonales (para regular los desequilibrios hormonales), tratamientos con retinoides o incluso antibióticos tópicos u orales en casos más graves.
- Dieta equilibrada. Te lo hemos dicho por activa y por pasiva: somos lo que comemos. Aunque la relación entre la dieta y el acné no está completamente establecida, algunos estudios sugieren que una dieta rica en frutas, verduras y granos enteros, y baja en alimentos procesados y azúcares refinados, puede beneficiar la salud de la piel.
Además…
- Factores emocionales. El acné suele afectar la autoestima y el bienestar emocional. Mantén una actitud positiva y busca apoyo emocional si lo necesitas.
- Ten paciencia. Los tratamientos para el acné hormonal tienden a necesitar tiempo para mostrar resultados. Es importante ser constante y seguir las recomendaciones de tu dermatólogo.