Si estás pensando en hacerte un piercing en el pezón, lo primero que debemos decirte es que eres muy valiente. Además, también deberías tener en cuenta que no todos son iguales. Según dónde te lo hagas tiene un significado, un dolor y un resultado. Y aunque todo esto es relativo y va en función de las características de la persona en cuestión (contexto cultural, estilo y umbral del dolor), hay varios tipos de piercing de pezón. Y hoy te los contamos todos.
Tipos de piercing en el pezón
- Piercing horizontal. Este tipo de piercing atraviesa horizontalmente el pezón, desde un extremo hasta el otro. Es un modelo versátil, ya que dependiendo de la anatomía y el estilo deseado, podrás llevarlo de una forma o de otra.
- Piercing vertical. En este caso, el piercing atraviesa verticalmente el pezón, desde la base hasta la punta. Pasa lo mismo que con el anterior, dependiendo de tus gustos y de la forma de tu pecho, podrás llevarlo de una forma o de otra.
- Piercing diagonal. Es el que se hace aquellas que buscan un aspecto diferente y resultón en sus piercings del pezón.
- Piercing múltiple. Si eres una persona que sufre dolor a la mínima, olvídate, pero hay quienes eligen hacerse múltiples piercings en un solo pezón en todas las direcciones. Diferente es, y para quien le gusta, le gusta mucho.
- Piercing de pezón invertido. A ver, este tipo de piercing se realiza en pezones invertidos, donde el pezón no sobresale hacia afuera, sino que está más plano contra la areola. Por tanto, el piercing se coloca en el área del pezón que está presente. Lo versátil es que puedes optar por llevarlo tanto horizontal como vertical.
Cómo cuidar un piercing en el pezón
- Tus manos que estén limpias. Lávate las manos con agua y jabón antes de tocar el piercing para evitar la introducción de bacterias en el área.
- Limpieza regular. Es de cajón, pero si te haces un piercing, tienes que limpia el área (mínimo) dos veces al día con una solución salina estéril o agua salada. Puedes hacer tu propia solución salina mezclando 1/4 de cucharadita de sal de mar sin yodo en una taza de agua tibia. Ayúdate con un disco de algodón y aplícalo sobre tu piercing y pezón, eliminando cualquier acumulación de costras o secreciones.
- No gires ni manipules el piercing. La gente lo hace porque antes se hacía, pero los expertos son claros: no es necesario ni recomendable girar o moverlo durante el proceso de curación, ya que puede irritar la piel y retrasar la cicatrización.
- Usa ropa suelta y transpirable, como prendas de algodón suaves que permitan que el área del piercing respire. Olvídate de las más ajustadas, y mucho menos si es licra o materiales sintéticos similares.
- Evita productos químicos y cosméticos. Ya lo sabrás, pero te recordamos que el uso de productos químicos fuertes, como lociones, cremas o perfumes, en el área del piercing no son recomendables, ya que pueden irritar o crear infección. El maquillaje también, pero ya damos por hecho que no vas aplicarlo ahí
- Si haces deporte y estás en proceso de curación, evita actividades que puedan ejercer presión o frotar el piercing. Hablamos de deportes de contacto o ejercicios intensos.
- No te bañes en piscinas o jacuzzis. Los expertos recomiendan alejarse de aguas estancadas, ya que pueden contener bacterias que aumenten el riesgo de infección.
- Sigue las instrucciones de tu piercer. SIEMPRE. Cada caso es concreto, por lo que tu piercer te dará instrucciones específicas sobre cómo cuidar tu piercing durante el proceso de curación. Síguelas al pie de la letra y si no te las da… Pídelas.